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ENTREVISTA ALEJANDRO PONCE / JEFE DE LA POLICÍA LOCAL DE SANT ANTONI (4)

«Un decreto de excesos enfocado solo a una zona de Sant Antoni es un error de raíz»

Valora positivamente los cambios del decreto de turismo responsable que mantiene el pecado original de la zonificación
Alejandro Ponce
Alejandro Ponce, en la mesa de su despacho.

-¿Qué valoración hace el decreto de excesos ahora denominado decreto de turismo responsable?

-En principio, positiva. Hay que estudiarlo todavía un poco más a fondo y tenemos que hacer las instrucciones necesarias para la aplicación inmediata del mismo. Yo creo que bien aplicado, con la implicación de los actores y recursos suficientes para poder controlar todo aquello que nos piden, estará bien. 

Y es que muchas veces se olvidan desde el Govern y otras administraciones que crean legislación que detrás de la normativa para el control de ciertos ámbitos del ocio es necesario que haya inspectores.

Nosotros somos los que somos y tenemos las competencias que tenemos. Lo bueno que tiene este decreto es que también lo puede aplicar la Guardia Civil al tratarse de una normativa autonómica. 

-¿Se tendría que haber ampliado el perímetro?

-Prefiero no responder porque sería una opinión personal. Lo que sí le digo es que este decreto de exceso enfocado exclusivamente a Sant Antoni para mí ha sido un error desde el minuto uno. No creo que tuviéramos que estar en el punto de mira. Tenemos otros municipios en la isla, no voy a decir nombres, que hacen frontera con nosotros y no los controlan tanto.

-No hace falta que lo diga porque está claro que habla de Sant Josep..

-Tampoco nunca he entendido por qué paso una calle y tengo unas normas, paso otra calle, y tengo otras. La regulación debería ser para todo el mundo igual.

-Uno de los grandes cambios es que obligan a los comercios a cerrar a las 21.30 horas cuando antes solo les prohibían vender alcohol. 

-Esto también necesita inspección para controlar que esto se cumpla. También hemos conseguido que se persiga al infractor y no al establecimiento. Era una gran demanda porque no tenía sentido responsabilizar al establecimiento de si un cliente decidir pasar de un habitación a otra a través del balcón. 

-Ha tenido mucha repercusión la prohibición de vender alcohol en la calle cuando en realidad ya estaba prohibido. 

-Sí, en Sant Antoni estaba prohibido por ordenanza municipal. El decreto de exceso contempla sanciones un poquito mayores. 

-De todas maneras, con todo lo que tienen que atender, no veo mucho interés en multar a quien bebe en la calle.  

-Algunas se ponen, especialmente cuando hacemos operativos específicos por los botellones. Lo que no tiene mucho sentido es multar en el West End, una zona de terrazas y locales en la que la gente se mueve de un sitio a otro. No podíamos controlar a cada persona que se cruzaba de una a otra. 

 

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