-¿Cómo se imagina Las Dalias dentro de 70 años?
– Es difícil imaginarlo porque no sabemos cómo será el mundo. Todo va muy rápido, los avances tecnológicos son impresionantes.
Me gustaría y espero que Las Dalias siga siendo un lugar emblemático, que sea el reflejo de la evolución de Ibiza, un recuerdo del movimiento hippie, un mercadillo de calidad y que tuviera una oferta lúdica, gastronómica y de ocio de calidad como ahora. Pequeños pero auténticos. Eso es lo que me gustaría que fuera Las Dalias. A saber lo qué pasará.
-Y en manos de la familia…
-Sí, pero eso ya no será asunto mío.
-Hemos hablado de los éxitos, supongo que también habrá tenido fracasos.
-Aquí hemos hecho muchas cosas. Hemos tenido muchos proyectos. Los hemos intentado hacer todos. Que hayan prosperado quedan pocos. Nos hemos equivocado muchas veces pero… las derrotas fortalecen como dice Guardiola. Aún tengo unas cositas que me gustaría hacer.
-Cuente, cuente…
-Son cosas que no quiero anunciar porque no sé si se harán realidad.
-Mantiene el hermetismo como su padre.
-No quiero hablar más de la cuenta… Mis ideas son hacer un documental de Las Dalias, hacer un musical y hacer un centro de interpretación de la cultura de Ibiza aquí. Son tres cosas que si Dios quiere, tengo salud y los recursos materiales para hacerlas, me gustaría verlas empezar y que las continuara la tercera generación.
-¿Tiene el relevo garantizado?
-Tengo dos hijos. Mi hermano tiene muchos hijos también, pero han tomado otros caminos. Así que veremos.
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La música, en Las Dalias. «Akasha es un club único en la isla, los artistas hacen un esfuerzo por pinchar aquí, si no, no los podríamos pagar».
