Yasmina, de 29 años, y Moisés, de 36, han vivido una verdadera odisea en los últimos años. La pareja, que ahora reside en Valencia, ha experimentado los altibajos de la vida debido a la falta de trabajo y los elevados costos de alquiler.
Hace unos años, se trasladaron a Ibiza con la esperanza de encontrar mejores oportunidades laborales, pero se encontraron viviendo en una autocaravana durante tres años debido a los precios abusivos del alquiler en la isla.
«En Ibiza había más que ofrecer, pero en aquella época no teníamos nada», cuenta Yasmina en La Voz de Galicia. Ella trabajaba en varios empleos como camarera, limpiadora y en una floristería, mientras Moisés se desempeñaba como mecánico.
La pareja hizo lo mejor posible para acondicionar su caravana, convirtiéndola en un hogar improvisado. Sin embargo, la falta de espacio y la vida en cuatro metros cuadrados se volvieron insostenibles con el tiempo.
Su suerte cambió cuando Moisés descubrió una noticia sobre la posibilidad de comprar casas por un euro en Italia. «Al principio, pensé que era una estafa», admite Yasmina, pero la persistencia de Moisés los llevó a investigar más. Encontraron información sobre varias localidades italianas que ofrecían estas oportunidades con la condición de que los compradores renovaran las propiedades y, en algunos casos, se establecieran en ellas.
Después de investigar y contactar con varios ayuntamientos en Italia, la pareja encontró su oportunidad en Mussomeli, un pequeño pueblo en la provincia de Caltanissetta, Sicilia. «Sentí que esa casa iba a ser para mí», recuerda Yasmina sobre su primera visita a la casa centenaria con vistas a la montaña. Decididos, Yasmina y Moisés iniciaron los trámites necesarios, incluyendo la obtención de un código fiscal italiano y el pago de las gestiones inmobiliarias y notariales, que sumaron un total de 3.000 euros.
La casa necesitaba reformas, especialmente en el techo y la fachada, trabajos que comenzaron inmediatamente con la ayuda de vecinos y un albañil. «Vi en él un aura de hogar que nunca había tenido», dice Yasmina, refiriéndose a la casa. Aunque la reforma es un proceso lento y tedioso, la pareja no tiene prisa. Utilizan la propiedad principalmente para vacaciones y están disfrutando del proceso de darle nueva vida poco a poco.
Desde 2021, Yasmina y Moisés son propietarios de la casa en Mussomeli y ahora alternan su tiempo entre Valencia y Sicilia. Yasmina trabaja como vendedora y Moisés sigue en su oficio de mecánico. La experiencia les ha enseñado a adaptarse y valorar las oportunidades que se presentan, transformando un desafío en una oportunidad para construir un hogar y un futuro juntos.
