Las tres personas activistas de Futuro Vegetal que han sido detenidas por sus actos vandálicos de la última semana, la agresión al hotel Leonardo Royal y a la casa de Lionel Messi, han recuperado su libertad. Sin embargo, el reclamo continúa y el proceso judicial al que se enfrentarán estos manifestantes también y ya tienen su defensa preparada: «Sería insólito pagar 50.000 euros por una casa que igual debe ser derribada«.
«Según parece, un trabajador de Messi ha denunciado lo ocurrido, valora en 50.000 euros los daños, pero nosotros nos vamos a oponer. Nos acusan de un delito de daños, estamos en proceso de que el juzgado tramite los primeros documentos para que se solicite que se declare el sobreseimiento de la causa», argumenta Bilbo Bassaterra, el único varón detenido.
«Sería insólito pagar 50.000 euros por una casa que igual debe ser derribada», reitera el miembro de Futuro Vegetal en diálogo con La Voz de Ibiza. «Nosotros vamos a alegar que no se entiende como es posible que nos acusen de generar daños ahí cuando hay que derribarla», reitera.
En este sentido, defiende que «si la construcción es ilegal y lo que debe proceder es el derribo, no tiene sentido que nos reclamen 50.000 euros». Este argumento nace de que la vivienda del futbolista argentino, ubicada en Sant Josep, cuenta con una reforma irregular en su garaje que data de antes de la compra por 11 millones de euros.
A raíz de esto, la casa de Messi no cuenta con el certificado de final de obra del ayuntamiento de Sant Josep ni la cédula de habitabilidad que concede el Consell de Ibiza. A su vez, el futbolista parece que siguió modificando la vivienda y ahora el Ayuntamiento mandó a la propiedad un requerimiento con una serie de elementos a regularizar en el inmueble, sobre los cuales todavía no recibieron respuesta de parte del propietario.