CONCURSO BAJO SOSPECHA

Los concesionarios incumplieron las bases al instalar chiringuitos no desmontables

Los nuevos propietarios de los quioscos de playa argumentan que la operación de desmontaje-montaje demandaría tres meses y un coste de 50.000 euros. Sin embargo, una empresa especializada en instalación de estructuras modulares detalló que el valor real para tales trabajos es de 6.500 euros y un plazo de cuatro días.
Otro chiringuito de Formentera, la tarde del martes.
Otro chiringuito de Formentera, la tarde del martes.

El cúmulo de irregularidades del cuestionado megaconcurso de quiscos de playa de Formentera suma un capítulo más: los concesionarios incumplieron con la obligación de instalar estructuras desmontables tal como establece el Reglamento de Costas y ahora quieren evitar el requisito de levantar los puestos al menos un mes como figura en los pliegos de las licitaciones.

Desde este miércoles, los nuevos propietarios de los chiringuitos están incumpliendo el contrato de concesión al cumplirse el plazo para desmontar las instalaciones en los tramos naturales de las playas durante un mes entre el 15 de enero y el 15 de febrero, tal como lo había establecido el propio Consell de Formentera que ahora busca esquivar.

Según establece la Dirección General de la Costa y el Mar del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, los quioscos en este tipo de sectores “no pueden ser permanentes”. En el artículo 68 del Reglamento de Costas se indica que “estas instalaciones serán de temporada y desmontables en todos sus elementos”.

Aunque ahora intentan negarlo, esto estaba en conocimiento de los concesionarios y se establecía en los pliegos de la contratación.

Uno de los concesionarios lo había reconocido públicamente. El 11 de junio del año pasado, en una entrevista en Ràdio Illa, Juanjo Costa, responsable del quiosco de Migjorn – quien fuera ‘autorizado’ a enterrar tuberías sin licencia bajo las dunas protegidas-, había sostenido que ansiaban poder eximirse de la obligación de tener que desmontar sus instalaciones durante un mes.

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Según dijo en ese momento, esto en la práctica implicaba quedarse sin establecimientos de playa durante tres meses: uno para montar, uno desmontar y el mes sin instalaciones.

Implícitamente, en estas declaraciones, queda al descubierto la irregularidad: las estructuras instaladas en las playas de Formentera no son desmontables.

Es que, según ha confirmado una empresa dedicada a la instalación de chiringuitos de madera en módulos preparado para playas, el desmontaje demanda apenas dos días, al igual que la instalación del mismo.

Los costes reales de la operación

Para los propietarios de los chiringuitos, el desmontaje, guardado y vuelta a montar tendría un coste de 50.000 euros aproximadamente, según ha publicado Ràdio Illa.

Sin embargo, la empresa especializada consultada por La Voz de Ibiza sostuvo que el coste real de esta operación es de 6.500 euros en total: 3.000 euros el montaje y otros 3.500 desarmarlo. Cada proceso dura dos días.

Esto implica apenas un 13 % de los supuestos valores utilizados por los propietarios para sostener sus argumentos y evitar la normativa que establece la obligación de desmontar.

Qué dice el Reglamento de Costas

El Reglamento General de Costas, actualizado en 2014, determina el marco normativo para la protección del litoral y la seguridad jurídica.

Allí se establece no solo la obligatoriedad de instalar estructuras modulares no fijas para la explotación de los chiringuitos sino además llevar a cabo el desmontaje al finalizar cada temporada.

“Los servicios de temporada podrán contar con una autorización por un plazo máximo de cuatro años, si bien las instalaciones deberán desmontarse una vez finalizada cada una de las temporadas incluidas en el plazo de duración de la autorización”, se establece.

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Además, en el artículo 68, referido a la “ocupaciones en los tramos naturales de las playas”, determina que “los establecimientos expendedores de comidas y bebidas no excederá de 70 metros cuadrados, de los cuales, 20, como máximo, podrán destinarse a instalación cerrada. Estas instalaciones serán de temporada y desmontables en todos sus elementos”.

El levantamiento de la ocupación llevará “implícita la obligación para el beneficiario del título administrativo habilitado al efecto de reponer la playa a su estado natural anterior a la ocupación o uso”, según se establece en el Reglamento.

Qué es una estructura “desmontable”

Por otra parte, en el artículo 110 se especifica qué se entiende por “instalaciones desmontables”. Aquellas que:

  • Precisen a lo sumo obras puntuales de cimentación, que, en todo caso, no sobresaldrán del terreno.
  • Estén constituidas por elementos de serie prefabricados, módulos, paneles o similares, sin elaboración de materiales en obra ni empleo de soldaduras.
  • Se monten y desmonten mediante procesos secuenciales, pudiendo realizarse su levantamiento sin demolición y siendo el conjunto de sus elementos fácilmente transportable.
ley
El Reglamento General de Costas establece qué se entiende por “instalaciones desmontables”.

Esto está también establecido en el artículo 51 de la Ley 22/1988.

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