Además de la amenaza de las serpientes, el Govern balear ha anunciado que este año se licitará un proyecto de desratización en los islotes de Tagomago, Es Vedrà y Es Vedranell, en Ibiza, y en s’Espalmador, en Formentera.
Esta iniciativa busca mejorar la supervivencia de especies de aves marinas que nidifican en la zona, como la pardela balear, una especie endémica, además de formar parte de los esfuerzos para proteger a la lagartija pitiusa.
Aunque se encuentre más normalizada a nivel social, la rata es “una especie que también está catalogada como exótica, invasora. La gente ve un ratón o una rata y tampoco se escandaliza tanto”, explica el gerente del Consorcio de Recuperación de Fauna de las Islas Baleares (COFIB), Miquel Puig, a La Voz de Ibiza.
Sin embargo, se trata de un animal no natural de estas tierras. “Llevan siglos entre nosotros las ratas, aunque no deberían estar. Las hemos introducido nosotros, involuntariamente, como en muchas otras zonas del mundo, y nosotros no somos una excepción. Es una especie que en los islotes de pitiusas no es natural, no es su área de distribución”, agrega.
En ese contexto, mientras que en algunos islotes se ha alcanzado una especie de “equilibrio entre la flora, la fauna local y las ratas”, en otras la sobreprobación de estos roedores “hace que las otras especies, entre ellas la sargantana, flora o de aves marinas, tengan menos recursos, sufran más molestias y tengan problemas de conservación derivadas de las ratas”.
Un competidor inesperado
Aunque una rata no se va a comer directamente una lagartija, sí es un factor importante en el riesgo de extinción que corre este animal emblemático de Ibiza y Formentera.
“El peligro de las ratas es que se pueden comer un huevo de sargantana o un huevo de una ave marina o incluso un pollito de alguna especie protegida de ave. O simplemente va a ocupar el territorio yva a competir por los recursos, lo cual al final quizá no es una declaración tan directa como en el caso de los ofidios, pero sí que es una especie competidora y una especie que da muchos problemas también a la sargantana”, explica Puig a La Voz de Ibiza.
Por eso, surgió la posibilidad, con la financiación del Proyecto Europeo, “de acometer la deratización de estos islotes tan emblemáticos: Tagomago, Es Vedrà, Es Vedranell y s’Espalmador, que son los islotes quizás más grandes y más conocidos que tenemos en pitiusas, para intentar erradicar los roedores”.
Esta semana concluyó el plazo de licitación. “Hay una serie de empresas que ya se han presentado, la Mesa de Contratación deberá valorar las ofertas y se designará una empresa. Esto está previsto que se haga a lo largo del 2025”, adelanta Puig.
De todas formas, el gerente del COFIB aclaró que este proceso de desratización de los islotes “empezaría a final de verano para no molestar a las aves marinas que crían. Obviamente se tiene muy en cuenta causar el menor perjuicio posible a las especies silvestres. Por eso la idea es que se empiece eso a final de verano, agosto o septiembre, también en función de otros factores climáticos y ambientales”.
El método de desratización incluido en los pliegos del contrato es mediante venenos específicos para roedores. «Estás sustancias se ha visto que no afectan a las sargantanas», aclara Puig. Además, el principio activo se distribuye en cebadores específicos para que no puedan acceder a ellos otras especies.
Investigación
Dos británicos llevaron adelante una investigación titulada “Colas de lagartijas regeneradas como posible indicador de predación de la Podarcis pityusensis por las ratas”.
La tesis principal de ella fue que las colas regeneradas de las lagartijas son un claro indicio de que son atacadas por los roedores.
Flora invasora
Asimismo, en el islote de s’Espardell, en Formentera, se llevará a cabo una intervención para erradicar flora invasora, donde se han detectado 1,5 hectáreas de flor del mediodía, 500 chumberas, varias decenas de pitas y unos 70 metros cuadrados de uña de león.