El sindicato CCOO ha expresado su preocupación por la situación del servicio de transporte sanitario no urgente en Ibiza y Formentera, tras la incorporación de la nueva flota de ambulancias.
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Según denuncian, la mayoría de estos vehículos no puede ser utilizada con normalidad porque superan los 4.000 kilos de peso, lo que obliga a los conductores a tener un permiso de conducción tipo C1, del que apenas dispone un pequeño porcentaje del personal.
En las islas de Ibiza y Formentera hay 46 conductores de ambulancia, pero solo siete cuentan con el carné C1 exigido por ley para manejar los nuevos vehículos. “La mayoría del personal no dispone de este permiso”, advierte el sindicato.
Las nuevas unidades pesan más de 4.000 kilos, y a partir de los 3.500 kilos la normativa exige el permiso C1 para su conducción. A nivel balear, solo un 20 % de los técnicos en emergencias sanitarias están capacitados para conducir las nuevas ambulancias, que se incorporaron al servicio dentro del contrato autonómico de 55,9 millones de euros destinado a renovar la flota.
Ambulancias sin camilla ni equipamiento
El sindicato señala que el 70 % de las ambulancias no dispone de camilla y que solo seis de las 18 destinadas a Ibiza y Formentera cuentan con este equipamiento.
“Si coinciden varios servicios que precisen camilla, a ver cómo se hace”, advierten desde la plantilla.
Además, muchos de los vehículos llegaron con rampas hidráulicas que, al no poder ser utilizadas por falta de personal con licencia C1, han quedado inutilizadas temporalmente.
En su lugar, se han retirado algunas mejoras ergonómicas “como los anclajes reforzados o los suelos antideslizantes” para reducir el peso y permitir que los vehículos puedan circular con el permiso B.
“Una situación que podría haberse evitado”
Desde CCOO consideran que el problema podría haberse evitado si la empresa adjudicataria hubiera consultado previamente con las organizaciones sindicales antes de adquirir los vehículos.
“De esa forma se habrían previsto las necesidades reales del servicio y del personal que lo desempeña”, señalan.
El sindicato advierte que esta situación compromete la calidad del servicio y la seguridad de los trabajadores y usuarios, ya que los vehículos solo pueden emplearse “para usuarios que puedan deambular”, mientras que el resto de pacientes debe esperar a que haya ambulancias con camilla disponibles.
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“Solo el 30 % de las ambulancias dispondrá de camilla. Si alguna se avería o aumenta la demanda de pacientes que la necesiten, la cobertura del servicio podría verse seriamente afectada”, subraya CCOO.
Una flota millonaria con fallos de planificación
El contrato autonómico, adjudicado por el Govern balear, contempla 246 vehículos: 95 ambulancias, 29 vehículos especiales y 122 unidades para el transporte sanitario programado, precisamente el segmento en el que se ha detectado el problema del exceso de peso.
Desde el sindicato reclaman “soluciones urgentes y eficaces” que garanticen tanto la continuidad del servicio sanitario como las condiciones de trabajo adecuadas para los conductores y técnicos de emergencias.












