El refugio Can Dog Ibiza, ubicado en Sant Joan de Labritja, vuelve a estar en el centro de la polémica. Tras nuevas denuncias ciudadanas sobre el estado crítico de los animales y las condiciones insalubres de las instalaciones, el Partido Animalista PACMA ha reclamado su clausura definitiva, señalando que el centro «lleva más de 30 años acumulando denuncias, informes y acusaciones de presunto maltrato», sin que las autoridades «hayan actuado con eficacia suficiente como para poner fin a la situación».
Denuncian una situación “crítica y potencialmente mortal”
El colectivo SOS Animales Ibiza ha difundido una petición de emergencia en Change.org en la que alerta de un “estado de crisis sin precedentes” en Can Dog y exige la intervención inmediata del Consell de Ibiza, el SEPRONA y la Dirección General de Bienestar Animal de Baleares.
Según el texto, los perros han pasado días sin comida ni agua limpia, y el centro ha carecido de forma recurrente de electricidad, agua corriente y atención veterinaria. «Los animales lloran y ladran desesperados durante la noche, hambrientos, agotados y aterrados», recoge la denuncia, que califica la situación como «crítica y potencialmente mortal».
Aunque el suministro de agua se habría restablecido de forma provisional el pasado 15 de octubre, los firmantes advierten de que el estado general sigue siendo precario y sin garantías de bienestar animal.
La denuncia también alerta de graves deficiencias de seguridad. En los dos últimos años se habrían producido al menos tres ataques de perros a personas, atribuidos a la falta de control y supervisión profesional. Los firmantes señalan que animales potencialmente peligrosos son manejados por personal sin formación ni licencia, lo que representa un riesgo tanto para los trabajadores como para los vecinos.
PACMA pide el cierre inmediato y responsabiliza a las instituciones
El coordinador insular de PACMA en Ibiza, Olivier Hassler, ha pedido la clausura inmediata y definitiva de Can Dog. En un comunicado, el partido animalista afirma que «la continuidad de este refugio supone un fracaso del sistema de protección animal en Ibiza» y reclama la retirada del núcleo zoológico que le permite seguir operando.
Según PACMA, los animales del centro viven en condiciones inaceptables de suciedad, miedo y abandono, pese a las inspecciones y las promesas incumplidas de mejora. «Treinta años de sufrimiento son suficientes», manifestó Hassler.
El partido ha instado a la Delegación del Gobierno en Baleares, al Consell d’Eivissa y al Ayuntamiento de Sant Joan de Labritja a asumir sus responsabilidades y garantizar el cumplimiento de la Ley de Protección Animal. Entre sus exigencias, piden el traslado de todos los animales a refugios autorizados y fiscalizados y la clausura definitiva de Can Dog.
Exigen transparencia y una investigación a fondo
Los colectivos animalistas reclaman además una investigación completa sobre la gestión del centro y las actuaciones de las administraciones durante los últimos años. Entre las medidas urgentes que proponen figuran:
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Evacuar de inmediato a los animales a refugios con licencia.
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Proporcionar ayuda de emergencia (agua, electricidad y alimentos).
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Destituir a la actual dirección del centro.
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Suspender las actividades de Can Dog hasta su reestructuración.
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Garantizar transparencia pública sobre las condiciones del refugio y el destino de los animales.
Un conflicto que se arrastra desde hace años
El caso de Can Dog no es nuevo. En 2023, el Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu rescindió su contrato con la empresa Rancho Can Dog, que gestionaba la recogida y acogida de animales, tras constatar más de medio centenar de irregularidades, incluidas infracciones graves y muy graves, según publica Periódico de Ibiza.
Ese mismo año, el Consell de Ibiza ordenó una inspección judicial a raíz de una denuncia de la Fundación Basta Ya de Maltrato Animal, que también solicitó el cierre o la reestructuración completa del refugio.
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