La denuncia pública de Amics de la Terra contra el Govern y el Ayuntamiento de Sant Joan por permitir que una mansión de Sant Llorenç vacíe y vuelva a llenar sus piscinas ha abierto un nuevo frente en plena situación de sequía en Ibiza. La entidad ecologista señaló que una de estas instalaciones presenta unas «dimensiones descomunales» y que prácticas de este tipo deberían estar controladas para evitar un consumo de agua «totalmente inadmisible».
Ante estas acusaciones, el gestor de la vivienda ha salido en defensa de la propiedad, que actualmente está en venta, asegurando que se trata de un vaciado «excepcional» motivado por tareas de mantenimiento y que no se realizaba desde hace seis años. Según explicó a Periódico de Ibiza, el consumo habitual se limita a reponer el agua perdida por evaporación, unos dos metros cúbicos cada tres o cuatro días.
El responsable también matizó que no son tres piscinas como se ha denunciado, ya que una de ellas es en realidad un estanque de 40 centímetros de profundidad, que se vacía cada año al no contar con tratamiento químico y generar algas.
Además, subrayó que la villa no incurre en un gasto excesivo de agua y comparó la situación con otras viviendas de lujo de la isla, que, según su experiencia profesional, «llegan a pedir uno o dos camiones de agua casi a diario». «Nos preguntamos por qué se señala esta propiedad, que ni siquiera está conectada a la red eléctrica y funciona con energía solar, y no a otras villas que incumplen claramente las normativas», lamentó.
Desde Amics de la Terra, no obstante, insistieron en que este caso «no es aislado», sino un ejemplo de un problema más amplio: el derroche de agua en residencias de lujo de Ibiza.
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