El cordón sanitario impuesto por el PSOE de Formentera al Partido Popular tiene una implicancia política directa: le exige a Compromís que explote por los aires y entierre definitivamente Sa Unió, la coalición política que ha llevado al poder a Llorenç Córdoba.
Es que la asamblea extraordinaria del PSIB-PSOE de Formentera celebrada anoche ha dado el visto bueno a la Ejecutiva del partido para negociar una moción de censura con GxF y Compromís, estableciendo una línea roja a cualquier negociación con el PP.
“Sa Unió tiene que disolverse, tiene que separarse en los grupos del Partido Popular y Compromís”, ha explicado esta mañana Rafa Ramírez, secretario general del PSOE Formentera, a La Voz de Ibiza. De esta forma, se evitaría romper el pacto antitransfuguismo al que el partido adhirió en su momento.
Para avanzar con la moción de censura, además de la disolución de Sa Unió, se necesitan nueve firmas para presentarla en el Pleno. “No la de todos”, aclara Ramírez, algo que permitiría no sentarse a negociar con el PP.
“Hay una sentencia del Ayuntamiento de Canarias con algo similar: se expulsa del grupo político al alcalde y se llega a la conclusión de que el grupo de concejales tiene la posibilidad de hacer una moción de censura. Con esta sentencia, nos ha dado luz a todos la posibilidad de hacer una moción de censura con nueve consellers”, ha detallado Ramírez. Luego, en el Pleno se necesitan “más síes que noes”.
Este plan implica que el nuevo gobierno estaría conformado por GxF, PSOE y Compromís, contando con el respaldo de 11 de los 17 consellers del plenario. La moción de censura sería liderada por GxF, que propone asumir la presidencia.
Contra el plan de emergencia
El Plan B ideado por el secretario del Consell de Formentera, Ángel Custodio Navarro, para crear un régimen jurídico transitorio que permita a la institución seguir cerrando contratos, no es una opción viable para el PSOE, a pesar que esto permitiría sacar de la paralización a la administración y que todavía la moción de censura no tiene fecha ni tiempos.
De todas formas, Ramírez ha planteado que “no es viable. Hay cosas que siguen funcionando, las nóminas se siguen pagando, las facturas se siguen pagando. Hay cosas que no se pueden contratar pero se encontrará una solución”.
“Lo que se necesita es una salida política. En estos momentos hay dos. Una es que se vaya el presidente, que no tiene ningún tipo de apoyo, ya no tiene apoyo ciudadano. Está frente a los funcionarios, frente a los técnicos, frente a los partidos políticos, tiene a todo el mundo enfrente. Esto sería lo más fácil y lo más lógico. Y si esto no pasa, la salida política es la moción de censura, no modificar una ley que no tenemos el mandato para hacerlo”, ha afirmado.
Además, dijo que “el Partido Socialista piensa que esta institución como Consell insular merece un respeto. Y eso se ha perdido por parte del presidente y con esta estrategia de retorcer la legislación para funcionar d la forma que no es la que en esencia tiene la institución”.