Las agencias de viajes empiezan a notar en sus balances el impacto de la subida de precios en las rutas aéreas de Balears y Canarias, consecuencia del retraso del Estado en el pago de las bonificaciones del 75% a los residentes. Este impago, que afecta especialmente a los vuelos interislas, amenaza la competitividad de un sector clave en ambos archipiélagos, donde el turismo sigue siendo el principal motor económico. Los empresarios del sector turístico temen que la falta de liquidez y la presión sobre las aerolíneas provoquen un encarecimiento de los billetes o incluso la pérdida de rutas.
Los plazos de pago, habitualmente de dos o tres meses, se han alargado y las empresas acumulan retrasos desde el año pasado, según destaca elDiario.es. Aunque inicialmente se pensaba que la deuda no tendría efectos inmediatos, la situación se ha vuelto insostenible tras varios meses de tensión financiera. La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) calcula que el Estado adeuda más de 700 millones de euros por el anticipo de las bonificaciones en toda España desde agosto. Sin estos fondos, las aerolíneas advierten de que algunas rutas podrían dejar de operar por falta de rentabilidad.
El Gobierno ha anunciado en las últimas semanas el pago de 719 millones de euros en concepto de bonificaciones por residencia —vigentes desde 2018— a aerolíneas y navieras que operan en Balears, Canarias, Ceuta y Melilla. Sin embargo, desde la ALA consideran esta cantidad “insuficiente”, ya que a los impagos de 2025 se suman otros 319 millones correspondientes a 2024, que aún no se han liquidado. Su presidente, Javier Gándara, insiste en que la ley obliga al Estado a abonar estos importes y reclama un calendario de pagos estable.
Las asociaciones de agencias de viajes también advierten de un deterioro en las relaciones comerciales del sector. Pedro Fiol, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Baleares (AVIBA), señala que tanto aerolíneas como agencias trabajan con un 75% menos de liquidez inmediata, ya que el cliente solo abona el 25% del precio del billete. Esto genera dificultades para cubrir gastos inaplazables y ha provocado un aumento de las tarifas. Según Fiol, el descuento de residente representa en torno al 16% de los ingresos brutos de las agencias, por lo que cualquier retraso en el cobro afecta directamente a su rentabilidad.
En Canarias, el presidente de la Asociación Canaria de Agencias de Viajes y Turoperadores (ACAVyT), Ignacio Poladura, advierte del riesgo de perder conectividad aérea si la situación se prolonga. Explica que las aerolíneas podrían optar por reducir inversiones o abandonar rutas ante la falta de garantías financieras. Recuerda que la conectividad es vital para el PIB de los archipiélagos, tanto por el desplazamiento de residentes como por la llegada de turistas. En Balears, la ALA ya ha detectado una disminución de las frecuencias interislas y una reducción de conexiones desde Palma.
A pesar de este escenario, las agencias han cerrado una temporada turística aceptable, aunque sin alcanzar los niveles del verano pasado. La caída del mercado alemán se ha compensado con el aumento de visitantes británicos, franceses, italianos y de nuevos mercados como el polaco, suizo o belga. No obstante, el sector observa una tendencia preocupante: la escalada de precios está desviando reservas hacia destinos más económicos, lo que podría marcar el inicio del límite de la llamada “burbuja turística” balear.
Frente a estas dificultades, las agencias apuestan por reforzar su papel como intermediarias de confianza. Aunque la digitalización y la inteligencia artificial permiten planificar viajes sin coste, los consumidores valoran cada vez más la seguridad y la personalización que ofrece una agencia. Según Fiol, el futuro del sector pasa por ofrecer experiencias únicas, viajes de autor y propuestas de slow travel orientadas tanto a turistas internacionales como a residentes que buscan un servicio especializado. En este sentido, Balears ha comenzado a posicionarse como destino de lujo, tejiendo alianzas con agencias internacionales, mientras que Canarias mantiene un mercado más centrado en el turismo nacional.
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