El presidente estadounidense Donald Trump sacudió el escenario diplomático al afirmar que España debería ser expulsada de la OTAN por no alcanzar el supuesto compromiso del 5 % del PIB en gasto militar. Sus declaraciones provocaron alarma y especulaciones, aunque expertos consultados sostienen que, más allá del impacto mediático, la expulsión no tiene respaldo jurídico ni precedentes reales.
¿Realmente puede España ser excluida de la OTAN?
Según Paul Vargués, investigador del Centro de Investigaciones Internacionales de Barcelona, no existe ningún mecanismo dentro del estatuto de la OTAN que permita expulsar a un Estado miembro.
Aunque la alianza prevé sanciones diplomáticas o presiones políticas, la idea de una exclusión formal se considera “inoportuna y no contemplada”. Las reglas de la organización se basan en la cooperación entre estados soberanos, no en sanciones unilaterales de ese tipo.
Vargués destaca que, si bien Trump lanzó la propuesta con dureza, no hay antecedentes en la historia de la Alianza de acciones similares. Las tensiones internas (por ejemplo entre Turquía y Grecia) se suelen resolver por vías diplomáticas, no mediante expulsiones.
Entonces, ¿por qué Trump pidió la expulsión de España de la OTAN?
Las declaraciones de Donald Trump se produjeron en el marco de un mitin político en el que volvió a insistir en que los países miembros de la OTAN “no aportan lo suficiente” al presupuesto común de defensa. El exmandatario acusó a España de “no cumplir con sus obligaciones financieras” y de “aprovecharse de la protección estadounidense sin contribuir lo necesario”, según sus propias palabras.
Sin embargo, la afirmación de que España debería gastar el 5 % de su PIB en defensa (la cifra que Trump mencionó) carece de base real: la OTAN solo establece como objetivo orientativo el 2 %, y la mayoría de los aliados se encuentran aún por debajo de ese umbral.
Los analistas coinciden en que sus palabras responden más a un discurso de presión política interna y a su habitual estilo provocador que a una propuesta diplomática viable.
¿Qué pasaría si España fuera expulsada de la OTAN?
Una eventual expulsión de España de la OTAN tendría consecuencias profundas tanto en el plano político como en el militar. El país perdería su papel estratégico dentro de la defensa europea y atlántica, además de su acceso a sistemas de inteligencia compartida, ejercicios conjuntos y apoyo logístico de Estados Unidos y otros aliados.
También quedaría debilitada su posición geopolítica en el Mediterráneo y en misiones internacionales de seguridad, donde España cumple actualmente un rol clave.
En el terreno económico, la salida afectaría acuerdos industriales vinculados a la defensa y la cooperación tecnológica, además de generar incertidumbre en las relaciones bilaterales con socios como Francia, Italia y Alemania.
Sin embargo, los expertos descartan completamente ese escenario: los estatutos de la OTAN no contemplan la expulsión de un Estado miembro, y en más de siete décadas de historia, jamás se ha producido una medida de ese tipo. La organización se rige por el consenso y la cooperación, no por sanciones de exclusión.
