Las recientes lluvias en Formentera han logrado que la isla salga de la fase de alerta en la que se encontraba, producto de la sequía en la zona. Este es un cambio significativo para el lugar que, de todos modos, está en la fase de prealerta. Claro está que el impacto de las precipitaciones es positivo, aunque las reservas hídricas en Baleares no han registrado grandes modificaciones.
Las reservas hídricas de las Islas Baleares se mantuvieron estables en febrero, con un 54% de su capacidad total. Esto significa un punto menos que el 53 % del mismo mes del año pasado, según ha informado este jueves la Conselleria del Mar.
Menorca, Tramuntana Sur, Ibiza y Formentera registraron incrementos en sus reservas durante el pasado mes de febrero. Las Unidades de Demanda de Artà y es Pla se han mantenido estables. En cuanto a las precipitaciones, febrero se mantuvo en líneas generales dentro de lo esperado para la época, con un total de 39,3 l/m², ligeramente por debajo de la media histórica.
La gestión de las reservas hídricas en Baleares sigue siendo un desafío a tratar, especialmente en el contexto de cambios climáticos. La salida de Formentera de la situación de alerta es una noticia positiva para la conselleria, aunque sostienen que la capacidad de recuperación hídrica de la isla es tan buena que no tendrán falta de suministro durante el verano.
Ibiza
La isla de Ibiza ha experimentado un avance positivo en materia de reservas hídricas, pasando del 39% a 40%. Sin embargo, esto sigue estando lejos de lo deseado. A pesar de ello, es un salto favorable para el archipiélago que tras una pronunciada caída ha generado incertidumbre sobre su futuro hídrico. A día de hoy, se encuentran, al igual que la mayoría de Baleares, en estado de prealerta, por lo que si situación sigue estando fuera de la normalidad.