La base operacional del Servicio de Atención Médica de Urgencias (SAMU 061) en Formentera ha pasado de ser un modelo de toda España, con una inversión cercana a los 3 millones de euros, al abandono, la desidia y el temor de los okupas.
Así lo han manifestado desde la UGT al denunciar el abandono sanitario en el que se encuentran las pitiusas por parte de IBSALUT y GSAIB.
Después de deambular por la sede de la Tercera Edad “donde había cucarachas y no estaban dadas las condiciones” y de pasar por el hospital, el gobierno anterior “ decidió hacer un proyecto para hacer una base nueva y la mejor de España”, cuenta Vicente Nadal Ballesteros, delegado LOLS UGT en Ibiza y Formentera.
Sin embargo, a poco más de un año de la puesta en operatividad, el deterioro y la falta de seguridad ya genera inconvenientes diarios para el funcionamiento, además del temor a que ocurra lo mismo que en la base anterior: la okupación por personas ajenas o sin techo.
Esto se debe a dos situaciones puntuales que el sindicato viene denunciando y que tienen estrecha relación una con otra: la falta de mantenimiento, por un lado; y de un sistema o personal de de seguridad las 24 horas, por el otro.
“El problema es que el mantenimiento de las áreas de descanso, de sala común, de todo el edificio, es nulo. No hay ningún servicio de mantenimiento que haya puesto 061, el Govern balear o GSAIB para que no se deterioren las cosas y se puedan solucionar o subsanar al momento”, explica.

Uno de los inconvenientes que están sufriendo son las puertas de acceso a los garajes que “hace un montón de meses que no funcionan. Se ha comentado tanto al gerente de GSAIB como al Servicio de Salud y a 061”.
Esto ha derivado en que esta semana fuera encontrada una persona ajena dentro de la Base, ante la falta de seguridad.
Tal como dejaron registrado los trabajadores en un correo electrónico a la empresa, el lunes pasado personal que se encuentra de guardia cerca de las 14:30 horas vieron a un “hombre externo a la base sacar varias garrafas de aguas del grifo que se encuentra en el exterior de la base, lugar que usamos para sacar agua para la limpieza de la ambulancia”.
Por eso, reiteraron la reclamación de que “las puertas de los garajes no funcionan desde al menos febrero de este año, las vidrieras son de fácil manipulación para entrar, las cámaras de seguridad no funcionan y durante la noche no disponemos de personal de seguridad”.
Además, han dejado asentado que “el mantenimiento en general de la base es nulo, las duchas del baño de mujeres filtran agua tras su uso y se queda todo el suelo del baño mojado. Otras zonas donde no hay duchas también hay filtraciones de agua, puertas de las habitaciones que no cierran bien y no siempre disponemos agua caliente en la base”.
Y encendieron otra alarma: “Las puertas de los almacenes donde se encuentran medicamentos y material de las ambulancias no disponen de cerradura con llave”.
También se ha realizado un informe de comunicación de Riesgo Laboral al Govern balear.
“Llevamos denunciando varios meses, aparte de las averías y la poca previsión por parte de GSAIB y la nula inacción para solucionar estos conflictos y sentarse con nosotros a negociar o intentar solucionarlo. Nosotros ponemos de nuestra parte y queremos hacer una mesa de trabajo o lo que ellos quieran para buscar soluciones inmediatas”, ha planteado Vicente Nadal Ballesteros.
Temor a okupas
Por otra parte, los trabajadores también han manifestado el temor a okupaciones, algo que ha ocurrido en la base anterior.
En varias oportunidades se ha encontrado “gente durmiendo en las habitaciones, gente sin hogar o ajena al servicio”.
“Los trabajadores tienen miedo de que eso se repita aquí. Cualquier persona ajena al servicio puede entrar a la sala común, a las habitaciones y robar. Por la noche, no hay seguridad ni un sistema donde evite que alguien pueda entrar”, plantea el delegado de la UGT.
Además, ha remarcado la insólita situación de que “después de gastarte millones de euros, no eres capaz de poner un sistema de seguridad para cuidar las instalaciones y la medicación”.
Una solución sencilla
Desde UGT han propuesto que haya personal de seguridad durante las 24 horas. “De 8 a.m. a 8 p.m. hay un vigilante de seguridad que va dando vueltas por ahí y está vigilando. Pero por la noche no hay nadie, entonces cualquier persona ajena al servicio puede entrar”, detalla Nadal Ballesteros.
También han pedido un sistema de accesos con tarjeta identificativa. “Así los trabajadores estarían seguros y se evitarían robos o posibles agresiones. Al estar rotas las puertas, puede acceder cualquier persona ajena”.
“Nosotros solicitamos que pongan a alguien de mantenimiento para poder sanar las cosas que se deterioran y no se empeoren las instalaciones de la base. Y, por otra parte, que se dote de un sistema de seguridad o que se ponga un seguridad, para evitar daños mayores y para darle seguridad a los trabajadores”, concluyó el delegado de UGT.
Sin respuestas
La Voz de Ibiza ha solicitado esta semana una respuesta al Servicio de Salud de las Islas Baleares respecto al reclamo de los trabajadores. Al momento de la publicación de esta noticia, desde el Govern no habían respondido al requerimiento.
Su inauguración
La flamante base operacional del Servicio de Atención Médica de Urgencias (SAMU 061) en Formentera, ubicada en un solar junto al Hospital, se ha puesto en marcha el 9 de julio de 2024.
La base tiene una superficie de 890 m2 divididos en dos plantas conectadas internamente, una planta baja de 605 m2 donde se ubican los locales de servicios generales, acceso, recepción, sala de descanso y sala administrativa y un aparcamiento para ambulancias con capacidad para cuatro vehículos.
En la planta primera se ubican los vestuarios y una zona de trece dormitorios.

El proyecto arquitectónico ha sido diseñado por el equipo de profesionales de la Oficina de Arquitectura del Servicio de Salud, formado por Jordi Mestre, Francisco Marí y David Bravo, y ha supuesto una inversión de 2.771.290,89 euros.
“El proyecto está diseñado según criterios pasivos, que mediante la volumetría, orientación y tratamiento de las diferentes fachadas permite conseguir una alta eficiencia energética (calificación A en el certificado energético). El edificio se ha construido con madera contra-laminada (CLT) y esto permite ahorrar dos toneladas de CO₂ por cada m³ de madera respecto al mismo volumen en hormigón. Además, cuenta con una instalación de placas fotovoltaicas que producirá unos 40.000 kWh/año y evitará la emisión de 115.000 kg de CO₂ al año. Toda la instalación eléctrica es de alta eficiencia y con sensores de presencia para reducir el consumo”, han detallado desde el Govern.
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