Un día cualquiera en Santa Eulària se convirtió en una experiencia inolvidable para tres agentes de la Policía Local, quienes acudieron a una emergencia inesperada y terminaron trayendo una nueva vida al mundo.
El aviso llegó temprano, a las 7:33 horas del pasado 10 de diciembre. Una mujer en pleno trabajo de parto necesitaba asistencia urgente en un edificio del municipio. Cuando los agentes llegaron al lugar, la situación era crítica: la unidad del 061 aún no había llegado, y una persona en el lugar seguía las instrucciones del personal sanitario por teléfono para intentar asistir a la parturienta.
La rápida intervención que marcó la diferencia
En el interior del portal, los policías encontraron a la mujer con parte del bebé ya visible, pero el parto no avanzaba debido a una posición complicada del pequeño. Uno de los agentes, con determinación y siguiendo su instinto, realizó una maniobra que permitió que el bebé naciera sin complicaciones. Fue un momento tenso, pero finalmente el recién nacido llegó al mundo sano y salvo.
La llegada de los servicios médicos
Minutos después, los sanitarios del 061 se hicieron presentes en el lugar. Cortaron el cordón umbilical y trasladaron tanto a la madre como al bebé al hospital de Can Misses, donde ambos quedaron bajo observación y se confirmó su buen estado de salud.
El papel de los agentes en este caso no solo refleja su capacidad para actuar en situaciones críticas, sino también el compromiso y la humanidad que muestran en su labor diaria.
Este parto, que comenzó como una emergencia, terminó siendo un recuerdo imborrable para la Policía Local de Santa Eulària y, sin duda, para la familia de este recién nacido.