La localidad ciudadrealeña de Valdepeñas vive un auténtico terremoto político después de que se conociera que un concejal celebró su fiesta preboda en un espacio público protegido. El edil, identificado como Alberto Parrilla, portavoz de Unidas por Valdepeñas, utilizó el Auditorio Municipal “Inés Ibáñez Braña” para un evento privado en el que no faltaron música, alcohol y bailes. El alcalde, Jesús Martín, ha pedido públicamente su dimisión por lo que considera “una burla a la buena voluntad de la administración”.
Un auditorio histórico convertido en escenario de la polémica
La celebración tuvo lugar el pasado 19 de septiembre en la iglesia desacralizada que hoy funciona como auditorio municipal. Este espacio está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) y solo puede usarse para actividades culturales o sociales sin ánimo de lucro. Sin embargo, diversos vídeos subidos a redes sociales (y posteriormente eliminados) mostraron que lo que se organizó allí fue una fiesta privada preboda.
El alcalde Martín relató que la pareja del concejal había solicitado el espacio unos días antes, supuestamente para realizar un concierto, como puede hacer cualquier vecino. Sin embargo, al conocerse el carácter real del evento, se destapó la polémica que ha derivado en la exigencia de su renuncia.
“No se puede confundir un concierto con un DJ y copas en un BIC”
En una comparecencia ante los medios, el regidor socialista denunció lo ocurrido y mostró las imágenes grabadas durante la fiesta. Martín fue contundente: “Confundir un concierto cultural o una actividad social con un DJ saltando sin camiseta e invitados empinando el codo y la bota en un edificio declarado Bien de Interés Cultural, es algo que si no lo veo no lo creo”.
El alcalde lamentó que un representante público haya “privatizado” un espacio municipal para un uso lúdico. “No se puede sentar en el salón de plenos una persona que asegura defender los intereses de los valdepeñeros y se sirve de su condición para montar sus propias juergas”, reprochó.
El Ayuntamiento abre expediente y estudia consecuencias jurídicas
El Ayuntamiento de Valdepeñas no descarta tomar medidas legales. Tras pedir la entrega del acta de concejal, el siguiente paso será la apertura de un expediente informativo. Además, se estudiarán las consecuencias jurídicas derivadas para la solicitante del espacio, al haberse vulnerado las condiciones de uso del auditorio.
Según explicó el alcalde, cuando se conoció la situación, el jefe de servicio de Cultura se personó en el recinto alrededor de las 22:00 horas para advertir a los asistentes de que ese tipo de celebraciones no estaban permitidas. A pesar de ello, los novios y sus invitados continuaron con la fiesta hasta bien entrada la noche.
“Entiendo el momento de felicidad, pero se le ha ido la pinza”
Jesús Martín también quiso enviar un mensaje de cercanía personal, aunque sin restar gravedad al asunto: “Entiendo el momento de felicidad que está viviendo y se le ha ido la pinza”. Sin embargo, fue tajante en su conclusión: “Lo hecho, hecho está, y quien se equivoca, se tiene que ir”.
El regidor insistió en que “no vale argumentar ahora que allí se han celebrado otros conciertos”, porque lo ocurrido fue un uso totalmente privado y sin justificación. También advirtió a la coalición Unidas por Valdepeñas que, si el propio concejal no da el paso de renunciar, “su formación tendrá que explicar con qué criterio solicita el voto de los vecinos”.
Reacciones y críticas en redes sociales
Los vídeos difundidos en redes fueron los que destaparon la polémica y generaron indignación entre los vecinos. Aunque algunos fueron eliminados tras el revuelo, las imágenes se difundieron rápidamente, mostrando música en directo, bebidas alcohólicas y un ambiente festivo muy lejos del carácter cultural con el que se solicitó el uso del espacio.
El hecho de que se intentara borrar pruebas no ha hecho más que alimentar las críticas hacia el concejal. El alcalde pidió disculpas a los ciudadanos de Valdepeñas, asegurando que la institución “no puede tolerar que un espacio cultural se convierta en una preboda privada”.
Un conflicto que trasciende lo local
El caso ha traspasado las fronteras municipales y ha puesto el foco en cómo se gestionan los espacios públicos protegidos. El Auditorio Municipal Inés Ibáñez Braña es un edificio emblemático de Valdepeñas, y su uso irregular ha abierto un debate sobre la responsabilidad de los cargos públicos y la necesidad de garantizar la transparencia en la gestión de bienes culturales.
Por ahora, la presión política y social se centra en que el concejal Alberto Parrilla renuncie a su acta. Mientras tanto, la administración local sigue recopilando información para determinar las posibles responsabilidades administrativas y legales.
El futuro del concejal, en entredicho
La crisis abierta en Valdepeñas con este episodio pone en una situación delicada a Unidas por Valdepeñas, la coalición de IU y Podemos que Parrilla representa en el Ayuntamiento. El silencio del edil tras la polémica no ha hecho más que incrementar la presión en torno a su futuro político.
De momento, lo único claro es que la fiesta preboda en un Bien de Interés Cultural ha pasado de ser un evento personal a un escándalo que puede costarle la carrera política a su protagonista.