El cambio de estación influye a todos los organismos vivos por igual. Un aumento de la cantidad de luz diurna, mayores temperaturas y la posibilidad de realizar actividades al aire libre hace que el estado de ánimo mejore. Sin embargo, puedes llegar a desarrollar lo que se conoce como astenia primaveral.
La astenia primaveral es un trastorno que aparece con el cambio estacional y provoca mal humor, cansancio, tristeza o falta de apetito.
Cómo afrontar el cambio estacional
Cada época del año requiere una atención y cuidados especiales. La primavera puede parecer una época tranquila, pero merece atención, activar el cuerpo luego del letargo invernal es fundamental.
Ponte en movimiento
Activar los músculos, mover el cuerpo y hacer actividad física nos ayuda a liberar las toxinas acumuladas durante el invierno. Si no dispones de mucho tiempo, puedes salir a caminar por 10 minutos y con ello ya lograrás un gran cambio.
Come más fresco
Durante el invierno tendemos a consumir mayor cantidad de grasas y alimentos que ayudan a mantener nuestra temperatura corporal. Incorporar a la alimentación diaria más frutas y verduras, y consumirlas crudas o frescas, es lo ideal, además incluye agua e infusiones. Esto ayudará a tu cuerpo a depurar las toxinas del invierno y a lograr una sensación de liviandad para realizar todo lo que debas hacer.
Descanso adecuado
La primavera es sinónimo de mayor horas de luz pero es importante que esto no se traduzca a menos horas para dormir y descansar adecuadamente. Dependerá de la cantidad de horas que necesite tu cuerpo, pero los expertos recomiendan 7 horas de sueño, no menos de 6 y no más de 8.
Que la primavera no te encuentre invernando. Disfruta de el agradable clima exterior y comienza a prepararte para el cambio de estación.
