CHAPUZA HISTÓRICA

El imperdonable error del Gobierno que está detrás de la paralización de 500 pisos públicos de Ibiza

El SEPES, la Entidad Pública Empresarial de Suelo dependiente del Ministerio de Vivienda, ha escatimado una partida presupuestaria que sufrague los trabajos arqueológicos previos a las obras de urbanización del barrio de ca n'Escandell, a pesar de que todo el mundo sabía que aparecerían vestigios históricos en la zona

El estado de los trabajos de Ca n’Escandell
El estado de los trabajos de Ca n’Escandell

El misterio detrás de la paralización sine die del esperado barrio de viviendas de protección oficial públicas de Ibiza que se alquilarán a precios muy ventajosos tiene nombres y apellidos: el Gobierno de España a través del SEPES.

La Entidad Pública Empresarial de Suelo dependiente del Ministerio de Vivienda ha obviado un secreto a voces: en el subsuelo de las 17 hectáreas destinadas al barrio de Viviendas de Protección Oficial (VPO) de Ca n’Escandell iban a aparecer sí o sí restos arqueológicos que, como mínimo, documentar. 

Esta omisión imperdonable le ha llevado a escatimar el presupuesto necesario para financiar la preceptiva excavación arqueológica.

Por sorprendente que parezca, el SEPES no tuvo en cuenta este hecho de sobras conocido por los antecedentes generales de Ibiza, municipio en el que la aparición de restos arqueológicos es norma y no excepción.

Por si fuera poco, los antecedentes de la zona así lo aventuraban con absoluta nitidez.

Anexo a los terrenos de Ca n’Escandell, el Ayuntamiento de Ibiza está tramitando la licitación para la construcción del nuevo campo de fútbol y rugby de Es Putxet, en la calle des Jondal, por casi 4 millones de euros.

Sin embargo, antes de esta tramitación, el 23 de septiembre de 2024 se adjudicaron las «Obras para la excavación arqueológica prevista en el solar donde se proyecta un equipamiento deportivo en el barrio de Es Putxet«, con un presupuesto de 337.759,92 euros y con un plazo de ejecución de 5 meses.

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Allí se encontraron zanjas de cultivo antiguas, un hallazgo esperable en estas zonas. Algo similar se había encontrado durante la construcción del nuevo hospital de Can Misses, en la ampliación de la escoleta de Can Cantó y en otra parcela donde se llevó adelante una promoción privada de viviendas.

Se trataban de vestigios de la época púnica datados de 2.500 años antes de Cristo.

No hay duda, pues, de que todo el mundo sabía que en la zona iban a aparecer como mínimo zanjas de cultivo antiguas que documentar porque esa era una zona de cultivo. Menos el SEPES.

El organismo público podía haber imitado al Ayuntamiento de Ibiza y haber contratado los trabajos de excavación previos antes de licitar las obras de urbanización. O podía haber incluido una partida económica en el presupuesto de licitación de los trabajos a ejecutar por parte de la constructora que se llevara los trabajos.

Sin embargo, no hizo ni una cosa ni la otra. Licitó los trabajos de urbanización como si en el subsuelo de Ca n’Escandell no fueran a aparecer vestigios históricos.

Y pasó lo que era inevitable: aparecieron los restos.

Previamente al inicio, la constructora adjudicataria ASCH Infraestructuras y Servicios había presentado al Consell de Ibiza el preceptivo plan de actuación arqueológico de la zona. 

El Consell Insular de Ibiza, a través de la CIOTUPHA, lo aprobó, han detallado a La Voz de Ibiza fuentes de la institución.

Poco después del inicio de los trabajos, el SEPES «envió un informe preliminar de los inicios de las excavaciones con algunos indicios de restos arqueológicos».

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Tras unos pocos días de trabajo y ante la aparición de los primeros restos arqueológicos con los primeros movimientos de tierra y la excavación de la capa superior de tierra, conocida como tierra vegetal, la empresa adjudicataria ASCH Infraestructuras y Servicios optó por paralizar la obra hasta nueva orden.

De hecho, hace semanas en las que no hay vestigio alguna de obras. Una enorme porción de terreno vallada con un cartel informativo es el único indicio de que allí habrá, no se sabe cuándo, un barrio de viviendas públicas.

El siguiente paso es, por lo tanto, realizar una excavación arqueológica en toda la zona bajo la supervisión de arqueólogos, documentar los trabajos en una memoria y trasladar el resultado a Patrimonio del Consell de Ibiza.

Una vez conocida la importancia patrimonial de los hallazgos, los técnicos del Consell de Ibiza determinarán si las obras pueden continuar o bien las restos han de ser conservados en su totalidad o de forma parcial.

A partir de eses momento, se podrán retomar las obras de urbanización, esto es, la construcción de calles y plazas y la dotación de los servicios para las futuras parcelas en las que se acabarán levantando más de 500 pisos de protección oficial.

El problema es que no hay partida económica en la adjudicación de las obras de urbanización con la que sufragar unos trabajos que se estiman millonarios y que se prolongarán durante meses, a la vista de los antecedentes del solar de es Putxet.

No hay duda pues de que la falta de recursos está detrás de la paralización de los trabajos por parte de la constructora. No puede continuar los trabajos contratados porque primero hay que realizar la excavación arqueológica.

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Y no puede asumir la intervención arqueológica porque no tiene presupuesto para ello. Y no se trata de un asunto de menor cuantía.

Se trata, por lo tanto, de un error imperdonable por parte del SEPES cuya subsanación conllevará un enorme retraso en las obras de urbanización de las 17 hectáreas de terreno para desesperación de las 1.300 personas, según los últimos datos conocidos, que están en lista de espera para acceder a una vivienda pública en alquiler en Ibiza.

De momento, el SEPES está jugando al despiste. En lugar de admitir que estamos ante un problema grave fruto de una omisión presupuestaria, fuentes del SEPES aseguraron a La Voz de Ibiza días atrás que “no hemos autorizado la paralización de la obra en ningún momento”.

Se mire por donde se mire, el SEPES no puede alegar desconocimiento de una paralización que estaba cantada y que todo el sector deba por descontada.

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