INMIGRACIÓN ILEGAL

La prueba médica que desenmascara en Baleares a supuestos menas llegados en patera

Las pruebas de edad aplicadas en Baleares han confirmado que varios jóvenes que llegaron en patera y se declararon menas en realidad eran adultos. El hallazgo refuerza el uso de exámenes médicos para evitar fraudes y agrava la presión sobre los centros de acogida insulares.

Menas llegados en patera. Archivo.
Menas llegados en patera.

Durante la segunda semana de septiembre, Baleares registró una oleada de pateras interceptadas en distintos puntos de la costa. Entre los inmigrantes detenidos, 24 aseguraron ante la Policía Nacional ser menores de edad no acompañados, afirmando además no portar documentación que lo acreditara.

Las pruebas óseas realizadas en la muñeca no permitieron determinar con precisión su edad real. Sin embargo, la prueba de la mandíbula, considerada infalible, confirmó que 7 de esos 24 inmigrantes eran en realidad mayores de edad. Es decir, un 29 % había mentido deliberadamente.

Tras conocerse los resultados, se descartó su ingreso en centros de acogida de menores gestionados por el Consell de Mallorca según informó OK diario. En su lugar, fueron trasladados al registro de Son Tous y, en la mayoría de los casos, al puerto de Palma, para embarcar en un ferry con destino a la Península Ibérica, donde continuarían su trayecto.

Este caso corresponde a una sola semana, pero los intentos de fraude en Baleares son frecuentes. Un ejemplo ocurrió en enero de 2024: los 20 inmigrantes llegados en patera que afirmaron ser menores resultaron ser adultos tras las pruebas médicas. «Esto ha ocurrido siempre, pero ahora tenemos medios para determinar la edad. Desde un punto de vista asistencial, no podemos permitir que convivan adultos y menores en los mismos espacios», declaró entonces Guillermo Sánchez, presidente del Institut Mallorquí d’Assumptes Socials (IMAS).

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Actualmente, el IMAS acogen a 480 menores no tutelados. A esta cifra podrían sumarse próximamente los 49 jóvenes que el Gobierno central obliga a redistribuir desde Canarias, Ceuta y Melilla, lo que incrementaría aún más la presión sobre el sistema de acogida.

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