Los médicos de la sanidad pública irán a la huelga los próximos días 9, 10, 11 y 12 de diciembre, una convocatoria histórica impulsada a nivel estatal y secundada en Baleares por el Sindicato Médico (SIMEBAL). La protesta, que afectará a centros de salud y hospitales públicos, nace como respuesta al nuevo Estatuto Marco planteado por el Ministerio de Sanidad, al que los facultativos acusan de ignorar la singularidad de la profesión y mantener una situación de “discriminación laboral” que afecta a 177.000 médicos en toda España.
Desde SIMEBAL subrayan que se trata de la primera huelga médica nacional dirigida contra una ministra que también es médica, en referencia a Mónica García, titular del Ministerio de Sanidad. Para el colectivo, la “falta crónica de especialistas” se ha convertido en “el talón de Aquiles del sistema público”, agravada por la sobrecarga asistencial y la precariedad estructural.
Entre sus reivindicaciones, los sindicatos reclaman un estatuto profesional específico que les permita abordar sus necesidades reales: medidas efectivas de conciliación familiar, protección de la salud laboral y cumplimiento de la normativa vigente, retirada del régimen de incompatibilidades, descansos garantizados y reconocidos como tiempo trabajado, jornada mínima de 36 horas semanales, redimensionamiento de plantillas y dos días de descanso tras las guardias.
Aunque la huelga afectará a la atención sanitaria, los médicos piden disculpas a los pacientes y sostienen que la protesta “busca mejorar la calidad asistencial y reducir las listas de espera”, algo que, recuerdan, depende de financiación suficiente, planificación realista y una gestión responsable.
El sindicato deja claro que esta movilización no va dirigida contra la consellera balear de Salut, Manuela García, sino contra el Gobierno central y, especialmente, contra el Ministerio de Sanidad. El mensaje final que resumen los convocantes es contundente: “Sin médicos no hay sanidad pública”.
