El núcleo zoológico Can Dog, ubicado en el municipio de Sant Joan de Labritja, ya no está autorizado para funcionar como residencia canina ni como centro regulado para animales. Así lo confirmó el Consell Insular de Ibiza tras varios meses de inspecciones que comenzaron en junio y que derivaron en la apertura de un expediente por presuntas infracciones en materia de bienestar y sanidad animal.
Durante octubre y noviembre, los servicios veterinarios realizaron diversas visitas de seguimiento. En la primera de ellas, el 15 de octubre, se contabilizaron 41 perros en el recinto: 30 no estaban registrados a nombre del titular del centro ni de personal vinculado a la instalación. El informe concluyó que persistían los incumplimientos que impedían la continuidad de la actividad como residencia canina.
Tras esta inspección, el 17 de octubre se notificó a Can Dog la baja en el registro de núcleos zoológicos, además de medidas cautelares que prohibían el ingreso de nuevos animales en régimen de pensión. Se otorgó un plazo de siete días para presentar un plan de devolución de los perros a sus propietarios.
El 28 de octubre, en una nueva revisión, se hallaron 38 perros, 28 de ellos todavía en régimen de alojamiento. Los responsables del establecimiento aseguraron que continuarían devolviéndolos en los siguientes 20 días. Sin embargo, se detectaron cuatro perros cuyos dueños habían renunciado a recogerlos, lo que implicaba una posible situación de abandono.
Las inspecciones del 21 y 26 de noviembre confirmaron la presencia de 21 perros, 11 de ellos propiedad de personas ajenas al centro. Ese mismo día 21, la información fue trasladada al Ayuntamiento de Sant Joan para que actuara ante los casos de abandono. La Policía Local retiró a los cuatro perros afectados y los reubicó en el centro de protección animal municipal, logrando posteriormente localizar a tres de sus propietarios.
El 28 de noviembre se verificó que seguían en el recinto siete perros pertenecientes a una sola persona. Al haber expirado el plazo para su retirada, también se comunicó su situación para las actuaciones pertinentes.
Según el Consell, una vez que estos últimos animales sean reubicados —algo que la propiedad ha garantizado a la Policía Local—, en Can Dog ya no quedarán perros vinculados a la actividad de residencia o a un núcleo zoológico. Únicamente permanecerán diez animales: seis del titular del antiguo establecimiento y cuatro pertenecientes a un trabajador que reside en la parcela.
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