El pasado 12 de mayo se produjo el primer caso de balconing de la temporada de Ibiza. Resultó herido de gravedad un joven polaco que vacacionaba en Sant Antoni. Lamentablemente, estos casos son más que comunes en las Baleares. Tanto como para que la cuenta de X Federació Balear de Balconing (@Botquebota), acumule más de 50 mil seguidores.
El perfil aborda con humor y mucho meme el terrible fenómeno del balconing. Además, recopilan los casos para contabilizar entre turistas de qué orígenes se produce más, y llevan así una tabla de «competencia» de la que sale un ganador, tanto por nacionalidad de los protagonistas de los casos de balconing (Inglaterra, Alemania, etcétera), como en qué localidad de las islas se producen más.
Jocs Olímpics #Paris2024? No gràcies, millor #LaBalconLeague2024 que organiza @botquebota.
Nosaltres ja tenim les enganxines (i l’equipació)😎 Aquest estiu fem un salt! #ViscaDarwin pic.twitter.com/beWTSPZPUN— enganxats23 (@enganxats23) July 28, 2024
Federació Balear de Balconing, un éxito en redes
En entrevista con los periodistas Pablo Sierra del Sol y Francisco Ubilla, de eldiario.es, uno de los creadores de la cuenta de X declaró, sobre los orígenes del perfil: «Éramos un grupo de amigos a los que les hacía gracia que estas personas se jodieran las vacaciones tirándose a la piscina desde la terraza de su habitación. ¿Por qué se tiran? Esa es la pregunta que queríamos responder».
«La respuesta, me temo, tiene mucho que ver con que el balconing sea una de las puntas del iceberg de la masificación turística. Nosotros somos de un pueblo no turístico, pero nos acaban salpicando sus consecuencias», completó.
Debut olímpic de França! 🇫🇷
Un afegitó de sa cerimònia d’obertura des JJOO que acaba amb 4 ossos romputs per part de sa delegació francesa.Amb aquesta participació ja s’han estrenat a sa #BalconLeague24 tots es equips que conformen es Big5.#Menorca està de rècord enguany. https://t.co/m8Yn0wir0H pic.twitter.com/vSZ5mNAqPm
— Federació Balear de Balconing (@Botquebota) July 29, 2024
Por otro lado, reflexionó: “Creo que los millennials estamos muy acostumbrados al humor negro, y entendemos que es una herramienta más para tener una visión crítica de la realidad. Ahora que se debate tanto sobre los límites del humor y ha habido tantísimos casos de querellas y juicios contra cómicos o, incluso, tuiteros, nosotros no hemos tenido nunca ningún problema».
«Autocensura, ninguna; pero sí que tenemos un código: cuando hay una víctima mortal no actualizamos nuestras clasificaciones ni hacemos un chiste hasta que no está bien publicada y contrastada por medios de proximidad, que son los más fiables. No podemos olvidarnos de que la posibilidad de un suicidio siempre está ahí; esa es nuestra línea roja. Cuando la descartamos, barra libre para el sarcasmo”, añadió.