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CRISIS EN FORMENTERA

Llorenç Córdoba, en la cuerda floja tras no convencer a su equipo de gobierno

Las ejecutivas de Partido Popular de Formentera y Compromís amb Formentera valorarán las medidas a tomar después de las amenazas sin consensuar del presidente a Prohens
candidatura saunio
Presentación de las candidaturas de Sa Unió, con la presencia de Marga Prohens.

Casi 24 horas después de la maratoniana reunión del viernes entre Llorenç Córdoba y su equipo de gobierno, el comunicado conjunto de PP y Compromís remitido el sábado evidencia que la crisis no está cerrada y que Córdoba está tocado, en la cuerda floja después de haber sido incapaz de convencer y, por lo tanto, de recuperar el apoyo de su equipo.

Las ocho horas de reunión no sirvieron para que el presidente y diputado persuadiera a sus ochos consellers de que su amenaza de romper el apoyo incondicional al Govern balear estuvo justificada, de que la forma en la que se escenificó el malestar, sin consultar a nadie, acertada y de que sus declaraciones y movimientos de toda la semana fueron coherentes.

Posturas alejadas

La duración del encuentro y las declaraciones previas ya anticipaban que las posturas estaban muy alejadas y que no iba a ser fácil restañar las heridas causadas por los movimientos y las declaraciones de un cuestionado presidente y diputado.

Inexplicable

De hecho, según una nota enviada por el presidente del PP de Formentera, José Manuel Alcaraz, los ocho consellers de Partido Popular y Compromís amb Formentera siguen «sin entender la tensión creada esta semana una vez escuchadas las explicaciones del presidente y diputado Lorenzo Córdoba».

Los partidos no comparten la idea que defiende Córdoba de que su condición de independiente le confiere libertad de movimientos y le libera de la disciplina de los partidos. PP y Compromís mantienen que Sa Unió ha de actuar como una formación en tanto que fue una coalición preelectoral y no un acuerdo postelectoral entre partidos. No hay compartimentos estancos. El PP aporta cinco consellers y Compromís, tres.

Por libre

«En la reunión (del viernes) se le ha pedido al presidente volver a actuar de manera consensuada y no unilateral, única forma que nos puede permitir seguir desarrollando nuestras políticas de mejora de los servicios e inversiones en Formentera», señala el breve texto que PP y Compromís tenían previsto enviar la tarde del viernes y que se ha estado cocinando durante casi un día para no decir más de la cuenta, pero tampoco menos. No en vano, está en juego la gobernabilidad de Formentera y un voto en el Parlament.

Ganar tiempo

«La valoración de las explicaciones dadas por Lorenzo Córdoba se trasladará a las ejecutivas de los dos partidos que forman la coalición para valorar si se deben tomar medidas al respecto», finaliza el texto, una forma como otra cualquier de ganar tiempo.

El siguiente movimiento corresponde a los dos partidos que conforman la coalición y que han sido ninguneados por su, en teoría, jefe de filas. No ha gustado en los partidos que Córdoba haya ido por libre amparándose en su condición de independiente y se ha perdido la confianza.

Plantón

Según relató el presidente tras el encendido de luces del viernes en una breve comparecencia, su malestar es fruto de un plantón de la presidenta del Govern, Marga Prohens, quien no se presentó a una reunión que había costado dos meses agendar.

Perfil bajo

Presidencia no ha querido confirmar ni desmentir esta versión. El Govern y el PP de Baleares están evitando el encontronazo con Córdoba y han adoptado un perfil bajo con el objetivo de no echar gasolina al fuego. Que las aguas vuelvan a su cauce para reconducir la situación y evitar perder un voto que puede resultar decisivo durante una todavía larga legislatura.

A la vista de cómo se están produciendo los hechos, todas las opciones están sobre la mesa. En cualquier caso, la decisión final siempre será de Córdoba quien es el conseller electo y el diputado electo y, por lo tanto, titular las actas.

Formentera, en juego

Una ruptura entre Córdoba y las ejecutivas pondría en riesgo el primer gobierno de la derecha desde que se creó el Consell de Formentera tras la reforma del Estatut de 2007 impulsada por Jaume Matas. Sa Unió obtuvo nueve consellers, incluido el de Córdoba, por ocho la izquierda (5 Gent x Formentera y 3 PSOE).

Si Córdoba pierde el apoyo de los partidos y decide no dimitir, su voto decidiría el nombre del presidente y acabaría determinando las votaciones durante todo el mandato. En el Parlament, Córdoba también tiene en sus manos continuar en el escaño si la crisis no se reconduce. Su voto aquí solo es decisivo si Vox y su ex diputado Francisco Cardona optan por abstenerse.

Responsabilidades políticas

Una solución mixta es que abandone uno de los dos cargos y se centre en el otro para evitar concentrar todo el poder, en una forma de asumir responsabilidades políticas, de admitir su error más allá de las disculpas y de demostrar que no es un verso suelto.

La cuestión, en este escenario, es a cuál de los dos cargos renuncia.

Según ha podido saber La Voz de Ibiza, al principio de la legislatura y a la vista del inesperado vuelco electoral, Córdoba ofreció a la coalición renunciar al Consell para centrarse en el Parlament, opción que fue descartada entonces.

En este caso y salvo sorpresa, Verónica Castelló, del PP, sería la presidenta insular.

En caso contrario, Castelló sería la diputada y Llorenç Córdoba presidente. Los dos vicepresidentes, José Manuel Alcaraz y Javier Serra, tendrían más fácil ejercer de contrapeso y evitar comportamientos como el de esta semana.

Para la tarde del sábado se espera un comunicado de Llorenç Córdoba.

 

 

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