De todas las comunidades autónomas, Baleares es la que lidera la del ranking de niños por pediatra. Esta estadística, claramente, no es positiva porque el máximo de 1.000 niños por profesional que ha establecido el Ministerio de Salud se excede considerablemente, al punto tal que el 57% de los pediatras tienen más del tope de pacientes.
Detrás de Baleares se encuentran Cataluña y Madrid, que exceden el cupo máximo de 1.000 niños asignados. Los representantes de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) aseguran que para cumplir con lo establecido por la cartera sanitaria se necesitan entre 400 y 2.000 profesionales más en el área.
De esta forma, más de medio millón de niños siguen sin un pediatra o médico asignado, tal y como alertó el año pasado esta asociación. De todos modos, el vicepresidente de AEPaP, Pedro Gorrotxategi, aclara que la situación varía en base a cada comunidad autónoma y sus necesidades.
Según los cálculos de la AEPaP, la situación solo se podría revertir con un aumento de profesionales, que calculan en al menos 400 más solo para reducir los cupos de más de 1.200, aunque si se trata de cumplir con el umbral máximo de 1.000, habría que añadir otros 2.000.
Urgencias hospitalarias
El exceso de pacientes asignados no es el único problema que tienen, también se enfrentan a un exceso de consultas diarias. Las recientes huelgas redujeron sus agendas diarias de los entre 30 y 35 niños a los 25-28, en la práctica atienden a los mismos.
«A pesar de que el número de niños ha disminuido en la agenda, luego siguen llamando a los padres, con lo que en realidad, cuando empiezas por la mañana tienes 25 niños, pero a la tarde, cuando terminas la consulta, pues tienes los 35 que tenías antes porque se acumulan», ha explicado el doctor.
Por eso, «de nada sirve disminuir los actos de la agenda, si no disminuyes el cupo», ha lamentado. Además, ha explicado que como a los niños no les dan cita por la gran demanda que hay, terminan concurriendo a los centros de Atención Primaria para ingresar por urgencias, donde allí se acumulan e implican un enorme coste para la salud pública.
