La Audiencia Provincial de Palma ha condenado a 15 años de cárcel a J.R.G. por violar durante años a su hija menor de edad en Calvià, Mallorca. El procesado, nacido en Perú, pero con nacionalidad española, deberá indemnizar a la víctima con 50.000 euros por los daños morales ocasionados, no podrá aproximarse a menos de 500 metros de la menor ni comunicarse con ella durante los próximos 20 años.
Las agresiones sexuales tuvieron lugar desde febrero de 2013, cuando la menor no había cumplido los 10 años, y hasta junio de 2018, según recoge la sentencia. El sujeto aprovechaba cuando su pareja, y madre de la niña, se ausentaba de casa para acercarse a la víctima cuando esta se encontraba en el salón o en la cocina para realizarle tocamientos. En ocasiones se la llevaba a su habitación y una vez allí la penetraba.
Cuando la víctima se quejaba o lloraba por lo que ocurría, el procesado usaba expresiones como: «A ti nadie te va a creer si cuentas esto y te llevarán a un orfanato».
En el fallo se detalla que las penetraciones vaginales cesaron en 2017, año en el que unos familiares se instalaron en la vivienda. Sin embargo, hasta junio del 2018 continuó con los tocamientos. En el juicio, celebrado el pasado mes de marzo en la Sección Segunda, el ahora sentenciado negó cualquier tipo de contacto sexual con su hija. En sus alegaciones, el varón explicó que fue «por mis prohibiciones. La familia de su madre quería celebrar su 15 cumpleaños en Perú… y me negué rotundamente por el presupuesto. Ni en tres o cuatro años yo podía pagarlo», afirma.
El Tribunal señala en la sentencia que en la declaración de la víctima, ahora mayor de edad, no se advierte «ningún móvil de resentimiento, enemistad, venganza, enfrentamiento o interés». Asimismo destacada que el testimonio es «persistente en la incriminación, (…) sin contradecirse ni desdecirse, específica y concreta en los hechos, que narró con detalles«.
Un pedido desesperado
Todo este caso salió a la luz en junio del 2018, cuando la menor presentó un trabajo en el instituto titulado «Ayuda». En el mismo explicaba el daño que estaba sufriendo por parte de su padre con algunos detalles.
La menor padece como consecuencia de estos hechos sintomatología depresiva y ansiedad, así como niveles significativos de ideas suicidas.
