El Ayuntamiento de Santa Eulària aprobará el próximo jueves, 27 de junio, la limitación en el número y tamaño de las piscinas de nueva construcción, además de imponer la obligación de instalar un contador propio de agua para vigilar consumos excesivos.
Esta medida forma parte de una iniciativa más amplia destinada a promover una gestión más eficiente del agua y reducir el despilfarro.
Según la propuesta, las nuevas piscinas deberán contar con un sistema de recuperación de agua sobrante y su superficie será incluida como parte de la superficie ocupada de la parcela, lo que obligará a los propietarios a elegir entre construir más espacio habitable o una piscina.
Además, solo se permitirá la construcción de una piscina por parcela en diversas zonas, con excepciones para viviendas pareadas.
El pleno del Ayuntamiento debatirá esta propuesta, que sigue la línea del Plan de Gestión Sostenible del Agua aprobado recientemente y una Ordenanza de Gestión y Uso Sostenible del Agua adoptada en mayo.
La normativa
La normativa establece también que las piscinas no podrán superar los 35m² de lámina de agua ni los 60m³ de volumen para viviendas unifamiliares y pareadas.
El Ayuntamiento destaca la importancia de estas medidas para evitar el abuso en el uso del agua y garantizar un consumo responsable. Además, los nuevos contadores de lectura remota facilitarán el control del agua utilizada y permitirán aplicar medidas de restricción si fuera necesario.
