Los chiringuitos del megaconcurso bajo sospecha de Formentera comenzaron a operar entre finales de julio y principios de agosto después de un procedimiento plagado de irregularidades y sospechas. Lo han hecho sin contar con la preceptiva acta de replanteo, un documento técnico que certifica la correcta ubicación y construcción de las infraestructuras en el Dominio Público Marítimo-Terrestre (DPMT), el cual consta de un acta inicial al comienzo del montaje y una final, a modo de evaluación de las instalaciones.
«En cuanto a las actas de replanteo de las obras e instalaciones y a las actas de reconocimiento final de las mismas, aún están en proceso de elaboración. Dado que el Consell Insular de Formentera debe firmarlas, no se puede indicar cuánto tiempo se prevé para finalizar su elaboración», informaron desde la Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua, en una resolución que tuvo acceso La Voz de Ibiza.
Este hecho, confirmado por el Govern Balear, constituye una grave irregularidad, ya que el acta de replanteo es un requisito clave para verificar que las instalaciones cumplen con las normativas de seguridad, legalidad y sostenibilidad.
Entre los ocho chiringuitos afectados se encuentran Amagatai (Playa de Migjorn), BocaboCa Chiringuito (Cala Saona), Briss Formentera (Es Pujols), Chiringuito Bartolo (Playa de Es Cupinà, Migjorn), Gitana Chiringuito (Es Arenals, Migjorn), Karai Chiringuito (Playa de Migjorn), Chiringuito KM 11 (Playa de Migjorn) y El Nuu (Es Pujols).
El requerimiento inicial que destapa la situación
El conflicto surge a partir de una solicitud formal presentada por un antiguo concesionario ante la Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua. En esta petición, el denunciante solicitaba la caducidad del título concesional de los chiringuitos por una serie de graves incumplimientos. En primer lugar, acusaba a los concesionarios de no contar con la dirección técnica adecuada en las obras, lo que significaba que las infraestructuras se habían construido sin la supervisión de un profesional cualificado.
Además, señalaba que no se había presentado el certificado final de obra, un requisito obligatorio que garantiza que los trabajos se realizaron conforme a lo estipulado en los contratos. El denunciante también denunció que se habían realizado modificaciones en las instalaciones sin autorización oficial, alterando de forma sustancial lo permitido en el título concesional.
Por último, se acusaba a los concesionarios de ocupar el Dominio Público Marítimo-Terrestre (DPMT) de forma indebida, instalando infraestructuras que no estaban contempladas en los permisos originales.
En su denuncia, asimismo, pedía la apertura de expedientes sancionadores y solicitaba acceso al acta de replanteo, un documento clave que debería haber certificado la legalidad de las operaciones de los chiringuitos. Sin embargo, la respuesta de la Conselleria fue clara: no existe tal acta de replanteo, lo que deja al descubierto una grave irregularidad en el funcionamiento de los quioscos.
¿Qué es el acta de replanteo y por qué es fundamental?
El acta de replanteo es el documento técnico que garantiza que las infraestructuras, como los chiringuitos de playa, están correctamente ubicadas y construidas según las dimensiones y condiciones establecidas en los títulos concesionales.
Este documento es emitido tras un proceso de verificación realizado por los técnicos de la Demarcación de Costas de Illes Balears y del Consell Insular de Formentera. Sin este documento, no se puede asegurar que las instalaciones cumplan con las normativas necesarias de seguridad, lo que pone en riesgo tanto la integridad de las infraestructuras como la seguridad de los usuarios.
El pliego técnico, también papel mojado
La Voz de Ibiza ya dio cuenta de los cambios sacados de la manga sobre el pliego de condiciones técnicas administrativas establece los requisitos y criterios que deben cumplir los licitadores en un proceso de contratación pública, y ahora la parte técnica corre la misma infortuna.
Porque el Pliego de Prescripciones Técnicas Particulares para la Explotación de los Derechos de Ocupación del DPMT en Formentera recalca la obligatoriedad del acta de replanteo para iniciar la actividad de cualquier instalación. Según los artículos 5.1.1 a 5.1.4, este documento debe firmarse antes del inicio de la temporada, y su ausencia impide cualquier operación.
Y el artículo 5.2.4 especifica que los replanteos son realizados por los servicios técnicos del Consell Insular y la Demarcación de Costas, mientras que el 5.2.5 exige la constitución de un depósito del 5% del valor de las instalaciones antes de proceder al replanteo.
A continuación, en el punto 7, que regula las hamacas y sombrillas, se especifica que las adjudicatarias deben seguir estrictamente lo dispuesto en el acta de replanteo para delimitar los espacios autorizados, sin exceder los límites establecidos. Si un temporal altera las condiciones de la playa, se requiere una nueva revisión del replanteo para ajustar las ubicaciones de las instalaciones a la nueva realidad del terreno.
Finalmente el artículo 8.14.1 regula el balizamiento de los canales de paso para embarcaciones, que también debe estar alineado con el replanteo y es responsabilidad de las adjudicatarias. Este balizamiento debe instalarse antes de iniciar la actividad, asegurando el cumplimiento de las normativas para proteger tanto a las embarcaciones como a los bañistas en las zonas de playa.
El rol del Consell Insular de Formentera
A pesar de la ausencia del acta de replanteo, los chiringuitos han estado operando con el conocimiento y el permiso del Consell Insular de Formentera. Aunque este documento es un requisito formal, el Consell ha permitido que las infraestructuras funcionen.
De hecho, hace algunas semanas se han llevado a cabo inspecciones por otros temas relacionados con los pliegos de concesión e inclusive se ha enviado requerimientos a los concesionarios para actualizar información, esto último firmado por el técnico del área y el secretario del Consell.
Este rol del Consell pone en evidencia una flexibilidad en la aplicación de las normativas. Aunque la falta del acta de replanteo representa una irregularidad formal, el hecho de que los quioscos sigan operando indica que las autoridades locales han optado por permitir su funcionamiento, incluso sin cumplir con todos los requisitos técnicos establecidos en el pliego.
Así, la confirmación de la falta del acta de replanteo por parte del Govern Balear revela una irregularidad que, lejos de resultar en sanciones, ha sido tolerada por el Consell.
Este comportamiento pone en entredicho el rigor en la aplicación de las normativas que regulan el DPMT, al permitir la apertura de los chiringuitos sin cumplir con uno de los documentos técnicos más importantes para garantizar la legalidad y seguridad de las infraestructuras.
Irregularidades adicionales en la gestión de los chiringuitos
Más allá de la falta del acta de replanteo, los chiringuitos de Formentera han sido objeto de varias denuncias por otras irregularidades. La falta de socorristas certificados, algo obligatorio según el contrato de concesión, es una de las denuncias más graves, ya que pone en peligro la seguridad de los bañistas.
Además, se ha denunciado la contratación de personal no cualificado, lo que incumple los requisitos del contrato, que exige personal con experiencia comprobada para asegurar un servicio de calidad.
También se ha reportado la instalación de tuberías ilegales bajo las dunas protegidas en es Migjorn, lo que ha generado preocupación por el impacto ambiental que estas acciones pueden tener sobre el ecosistema de la isla.
Finalmente, se acusa a los concesionarios de exceder los límites de ocupación de la playa, instalando sombrillas y vendiendo productos en zonas no autorizadas, lo que infringe las normativas.