CONCURSO BAJO SOSPECHA

El Consell de Formentera pasa de poner firmes a plegarse a los chiringuitos del concurso bajo sospecha

Justifica con argumentos falsos haber solicitado una “medida cautelar” a la Dirección General de Costas y Litoral para evitar la obligación de desmontar los quioscos de playa durante un mes
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Los chiringuitos de Formentera incumplen la obligación de desmontar

Al cumplirse el plazo que tenían los chiringuitos para estar desmontados completamente, el Consell de Formentera ha remitido un escrito a la Dirección General de Costas y Litoral en el que solicita “como medida cautelar la suspensión de la obligación de desmontar los chiringuitos de playa entre el 15 de enero y el 15 de febrero”.

En el escrito, que se ha hecho público esta mañana, el gobierno en minoría de la coalición Sa Unió se pliega a los intereses de los chiringuitos adjudicados en el concurso bajo sospecha, quienes quieren evitar desmontar las estructuras, algo establecido en el Reglamento de Costas, en la concesión de Costas y recogido también en los pliegos de la licitación y en el contrato firmado entre las partes.

Cerrar en lugar de desmontar

Desde el Consell detallaron que se “se comunicará a los adjudicatarios de los establecimientos que cesen la actividad y cierren entre el período anteriormente mencionado mientras no haya una resolución con la finalidad evitar perjuicios irreparables”.

Primera mentira

Según sostiene desde el Consell, esta petición de última hora se fundamenta, “en primer lugar, porque la norma no detalla en ningún momento la definición de temporada ni se señala en qué meses se fija una temporada”.

En este punto, el Consell de Formentera considera que «sí se hace referencia a que los establecimientos deben ser desmontables, pero en ningún caso que deban desmontarse cada año”.

Sin embargo, el Reglamento General de Costas, actualizado en 2014, establece no solo la obligatoriedad de instalar estructuras modulares no fijas para la explotación de los chiringuitos sino además llevar a cabo el desmontaje al finalizar cada temporada.

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El pliego del megaconcurso bajo sospecha también establece la obligación de desmontar un mes.
El pliego del megaconcurso bajo sospecha también establece la obligación de desmontar un mes.

“Los servicios de temporada podrán contar con una autorización por un plazo máximo de cuatro años, si bien las instalaciones deberán desmontarse una vez finalizada cada una de las temporadas incluidas en el plazo de duración de la autorización”, establece la normativa.

Luego, desde la administración insular tropiezan con su propia mentira al sostener que “la norma es aplicable en todo el territorio, por lo que los quioscos de otras comunidades también deberían ser desmontados en los mismos períodos que lo hacen en las Islas Baleares de acuerdo con la Resolución de Concesión”.

Aunque el título concesional de Costas establece que “las concesiones administrativas deben ser desmontadas un mes al año (durante el primer trimestre del año)”, a partir de una alegación municipal presentada en marzo de 2023 se estableció que “la obligación anual de desmontar se reduzca al período de un mes entre el 15 de enero y el 15 de febrero de cada año«.

El Consell fijó esta condición para armonizar dos principios contradictorios: la obligación de desmontar un mes durante el primer trimestre establecida por Costas y tener abierto todo el año para desestacionalizar, condición también fijada en el pliego.  Esto también fue aclarado por el informe jurídico-técnico del Consell de Formentera emitido el 20 de diciembre pasado y que ha sido ignorado por Sa Unió.

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El informe de los servicios jurídicos y técnicos del Consell que confirma la obligación de desmontar los quioscos de playa

Segunda mentira: no son desmontables

Según el Consell, las estructuras de los chiringuitos son “desmontables”, aunque dice que eso no significa que “sean fácilmente desmontables ya que están fabricados con materiales de calidad y poseen una gran complejidad constructiva”.

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“Al estar situados en zonas inaccesibles para el tráfico rodado, su desmontaje y montaje requiere de más tiempo. Como ejemplo, la instalación y puesta en marcha se prolongó una media de 45 días trabajando en jornadas maratonianas”, plantean.

Por eso, consideran que el desmontaje de las instalaciones “no será fácil y requerirá de un tiempo que no será inferior a los 30 días, lo que supone que, al menos, la isla no contará con servicios de litoral durante diferentes meses y, por tanto, no cumplirán con el objetivo por el que se solicitó la concesión administrativa que fue el dar servicio todo el año”.

Sin embargo, una empresa especializada dedicada a la instalación de chiringuitos de madera en módulos preparado para playas detalló a La Voz de Ibiza que el desmontaje de un chiringuito desmontable requiere apenas dos días, al igual que la instalación del mismo.

Tercera mentira

En su argumentación, el Consell plantea que los quioscos “dan servicio durante todo el año a la ciudadanía de Formentera y los visitantes. De hecho, se destaca la especial relevancia social al ser un punto de encuentro de residentes y visitantes y ser un elemento clave para fomentar la desestacionalización”.

“En este sentido, esta oferta arraigada en la isla crea puestos de trabajo estable durante todo el año, alarga la temporada turística y activa la economía local. Además, fomenta las políticas de turismo más sostenibles, y crean experiencias de mayor calidad que permiten disfrutar de la Formentera auténtica”, apuntan.

En ese sentido, remarcan que “los kioscos de playa tienen socorristas en sus plantillas, además de disponer de los elementos necesarios para poder realizar una intervención inmediata en caso de peligro o riesgo para las personas”.

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Sin embargo, en varias ocasiones se ha denunciado que los chiringuitos no contaban con socorristas ni siquiera en plena temporada de verano.

Cierre sí, desmontaje no

Desde la administración insular recordaron que los kioscos “se han montado ininterrumpidamente durante más de 10 años, desde 2013, y sólo han sido desmontados cuando ha habido nueva licitación”.

“Con todo ello, dada la indefinición de la norma y haciendo constar que existen motivos económicos, de seguridad, sociales y medioambientales de gran relevancia para la isla, desde el Consell de Formentera se solicita una medida cautelar”, argumentan.

Por eso, desde el Consell de Formentera se ha informado a todos los adjudicatarios que, “de forma provisional y mientras no se resuelvan las medidas cautelares, no se proceda a desmontar los quioscos bar por evitar causar daños irreparables, pero que cese la actividad entre el 15 de enero y el 15 de febrero, se recojan las terrazas y se instale un cartel informativo que indique el cierre provisional en las fechas señaladas, a la espera de que se resuelvan las medidas cautelares solicitadas”.

 

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