El pasado 28 de enero, el Gobierno aprobó un nuevo Decreto Ómnibus en el que, para sorpresa de los transportistas autónomos, no se incluyó la prórroga del régimen de módulos. Esta ausencia supone un cambio drástico en las condiciones fiscales del sector, dejando a miles de transportistas, incluidos taxistas, en un «limbo jurídico».
La derogación de la prórroga significa que el límite de facturación permitido para acogerse a este régimen se reduce de 250.000 a 150.000 euros, lo que podría obligar a un porcentaje significativo de taxistas a tributar bajo el régimen de estimación directa, un sistema que implica mayores costos fiscales.
Un golpe fiscal para los taxistas
Según Joan Marí, miembro de la directiva de la Agrupación de Autotaxis de las Islas Baleares, este cambio afectó especialmente a los taxistas que operan con una licencia ordinaria y una estacional, ya que muchos de ellos superan el nuevo límite de 150.000 euros de facturación anual. «Si lo superan, tendrán que ir por estimación directa, es decir, ingresos menos gastos, lo que significa pagar mucho más en impuestos», explicó Marí.
Hasta el 2024, los taxistas podían acogerse al régimen de módulos siempre que su facturación no superara los 250.000 euros anuales. Este sistema, ahora en riesgo de desaparición para muchos, les permitía tributar de una manera más sencilla y predecible.
Por su parte, Gabriel Moragues, presidente de la Federación Balear del Taxi, mantiene la esperanza de que el Gobierno tome medidas correctivas. «Creo que se subsanará. Pienso que se van a trocear las 50 cosas que se han colgado de las 80 iniciales», comentó en diálogo con La Voz de Ibiza.
Incertidumbre y desigualdad en la competencia
La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) ha denunciado que la exclusión de la prórroga genera incertidumbre para más de 30.000 transportistas autónomos y los pone en un «limbo jurídico». «Han iniciado el ejercicio fiscal con la expectativa de acogerse al régimen de módulos y ahora podrían quedar excluidos sin una alternativa clara», advierten desde la federación.
Más allá del impacto en la carga tributaria, hay quienes señalan que el régimen de módulos ha permitido ciertas prácticas poco transparentes en el sector. Desde el ámbito empresarial se ha mencionado en reiteradas ocasiones que este sistema facilita el pago en «B» de parte de los salarios de los conductores, permitiendo a los taxistas competir con ventaja frente a otros sectores como las VTC y los autobuses.