Ibiza registró el pasado 30 de septiembre la precipitación diaria más alta de toda España, con 200,4 litros por metro cuadrado, según el último informe de valores extremos publicado por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
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Ibiza vuelve a mojarse mientras Baleares y otras regiones siguen bajo avisos por lluvias y tormentas
El dato, medido en una de las estaciones oficiales de la isla, sitúa a Ibiza por encima de zonas tradicionalmente más lluviosas de la Península, como Galicia, Asturias o la Comunidad Valenciana.
El episodio estuvo provocado por la borrasca Ex-Gabrielle, que se tradujo en lluvias torrenciales con impacto directo sobre el territorio, generando inundaciones, cortes de carretera y daños en infraestructuras.
Solo en el aeropuerto de Ibiza, el acumulado de ese día fue de 175 mm, una cifra que representa la lluvia habitual de todo el trimestre de septiembre a noviembre en condiciones normales.
El septiembre más húmedo y cálido en años
Según la AEMET, el mes de septiembre fue extremadamente húmedo y muy cálido en las Pitiusas.
En Ibiza, la temperatura media se situó en 24°C, un grado por encima del valor habitual. En Formentera, la media fue incluso mayor, con 25°C.
Esta combinación de temperaturas anómalas y precipitaciones intensas marca un contraste con el arranque del mes, cuando Ibiza se encontraba en situación oficial de sequía, con reservas hídricas al 27 %.
De la sequía a la saturación: récord histórico de lluvias
Durante las semanas siguientes, nuevos fenómenos como la DANA Alice intensificaron los acumulados. Las precipitaciones recogidas por la estación del aeropuerto de Ibiza alcanzaron valores que llegaron a triplicar y hasta septuplicar la media histórica del tramo septiembre-noviembre.
Para el 13 de octubre, el acumulado superaba los 350 mm, frente a una media habitual situada entre 50 y 70 mm. Estos datos han sido confirmados por la AEMET mediante registros públicos.
Tres municipios piden ser declarados zona catastrófica
La intensidad de las lluvias ha tenido consecuencias visibles: desbordamientos de torrentes, carreteras cortadas y daños en múltiples puntos de la isla.
Los ayuntamientos de Ibiza, Sant Josep y Santa Eulària han solicitado oficialmente al Govern la declaración de zona catastrófica, al considerar que los daños estructurales justifican una respuesta institucional urgente.
A pesar de los efectos adversos, el agua ha sido un alivio para las reservas hídricas. Pozos, cisternas y acuíferos —hasta ahora sobreexplotados y salinizados— comienzan a mostrar signos de recuperación, según relatan vecinos de zonas rurales.
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