Formentera ha vuelto a alcanzar niveles críticos en la entrada de vehículos durante el mes de julio, al completar el cupo autorizado en la mayoría de días. Esta situación refleja las tensiones que vive la isla pese a la vigencia del sistema de control establecido en el marco del proyecto Formentera Eco, en vigor desde 2019.
Según datos hechos públicos por la consellera de Movilidad, Verónica Castelló, y publicados por Radio Ibiza, en dos de cada tres días de julio se agotaron las autorizaciones disponibles tanto para turismos como para motocicletas, incluyendo cupos de residentes, visitantes y vehículos de alquiler.
El modelo vigente se revisará tras la temporada
La consellera Castelló ha adelantado que se trabaja ya en una nueva propuesta de regulación, que se debatirá una vez finalice la temporada alta y que pretende definir el marco para los próximos cuatro años. “Después del verano abordaremos cómo mejorar el sistema para aplicarlo desde 2026”, señaló la responsable de Movilidad.
A pesar del sistema actual, que fija un máximo de 1.732 coches de visitantes y 235 de residentes diarios, el número total de vehículos no ha disminuido significativamente en los últimos veranos. Según Castelló, el objetivo es encontrar un equilibrio real entre sostenibilidad y capacidad de acogida.
El verano pasado agotó 39 días el cupo
La saturación estival no es nueva: en 2023 se agotó el límite en 24 jornadas de agosto, y en 2024 esa cifra se elevó a 39 días del verano, incluido todo agosto y algunos días de julio. Son datos que, unidos al comportamiento de este julio, confirman una tendencia creciente de presión sobre la red viaria de la isla menor.
Castelló ha reconocido que, aunque se ha reducido parcialmente la sensación de colapso, la movilidad sigue siendo uno de los grandes retos de sostenibilidad para Formentera, especialmente en los meses de verano. El Consell confía en ajustar el modelo para ganar eficacia sin afectar a los derechos de residentes y visitantes.
