Los chiringuitos del megaconcurso bajo sospecha de Formentera penden de un hilo. Un exhaustivo informe técnico de la Conselleria del Mar del Govern balear documenta una serie de incumplimientos considerados esenciales que podrían derivar en la caducidad de la concesión administrativa otorgada al Consell Insular de Formentera para gestionar las instalaciones de playa entre 2022 y 2027, tal como avanzara La Voz de Ibiza.
Entre las irregularidades detectadas se citan desde modificaciones sin autorización, hasta la falta de desmontaje de las instalaciones, pasando por problemas de accesibilidad y salubridad, según detalla el informe que obra en poder de este medio.
El documento, elaborado tras una inspección y en respuesta a la denuncia presentada por los anteriores concesionarios, señala que «no se han cumplido las condiciones esenciales del título concesional» y que, por tanto, debe iniciarse “el procedimiento de caducidad de la concesión otorgada al Consell Insular de Formentera”.
Desmontaje obligatorio incumplido
Una de las faltas más graves recogidas en el informe es la no retirada de los quioscos en el plazo legal establecido entre el 15 de enero y el 15 de febrero de 2025.
El propio informe afirma que “los quioscos no fueron desmontados del 15 de enero de 2025 al 15 de febrero de 2025”, y subraya que “no consta previsión de desmontaje para la misma fecha en 2026”.
Tal como avanzara La Voz de Ibiza, el desmontaje anual era una condición imprescindible recogida en la Orden Ministerial de concesión y se encontraba en los pliegos de la licitación. Su incumplimiento, como se indica, conlleva la caducidad automática de la concesión, tal y como establece el artículo 79 de la Ley de Costas.
Estructuras fijas no desmontables
Otro de los puntos críticos detectados por la inspección es que no todos los quioscos instalados pueden considerarse desmontables, tal como exige la normativa.
La ley obliga a que las estructuras sean modulares y sin cimentación fija, algo que no se cumple en al menos tres casos.
Según el informe técnico, “como mínimo 3 de ellos no son desmontables (Es Pujols del lote 24, Es Mitjorn lote 43 y Cala Saona lote 3); 2 lo serían con condiciones (Quiosco Arenals lote 35 y es Copinar lote 27); y sólo 3 son aparentemente desmontables (Arenals lote 38, Es Marí lote 50 y Es Pujols lote 19)”.
Sin embargo, el informe aclara que, “al no haber presentado el proyecto de construcción el Consell de Formentera para la realización del acta de replanteo, no disponemos de documentación para comprobar el tipo de módulo que se oculta tras los revestimientos realizados en alguno de ellos”.
Tampoco la Conselleria dispone de “manuales de montaje del fabricante de los quioscos que nos permitirían afirmar con certeza lo que se ha informado y hacer un estudio más detallado de cada uno de los quioscos”.
El informe también cuestiona la actitud del Consell de Formentera. Según detalla, “en el acta de reconocimiento de junio de 2025 se indica al Consell de Formentera que debe acreditar que los quioscos son fácilmente desmontable”.
Sin embargo, tres meses después, el 15 de septiembre, el Consell responde “sin aportar documentación acreditativa del fabricante ni el proyecto de construcción”.
Allí solo explica que “los materiales con los que están construidos son materiales ligeros y fácilmente transportables, sin cimentaciones permanentes ni anclajes de hormigón. Los quioscos-bar, en general, son de madera y/o de otros materiales, ya sea en forma individual o en forma de paneles unidos entre sí, con clavos y/o tornillería, lo que permite su desmontaje retirando los elementos que los unen».
Esto justamente ha quedado desmentido por el informe elaborado por la jefa del Servicio de Concesiones.
Distancias mínimas vulneradas
El documento también señala que al menos dos quioscos en la playa de Els Arenals incumplen la normativa vigente al no respetar los 300 metros de separación obligatoria entre establecimientos en playas naturales.
Esta condición fue impuesta expresamente por el Ministerio durante la tramitación del expediente.
En tal sentido detalla que, en el momento de realizarse el acta de replanteo, el Consell de Formentera “alegó que unos de los artículos del RGC (Reglamento General de Costas) se había derogado y ya no era de obligado el cumplimiento de la separación de 300 metros entre quioscos”.
En el momento del acta de replanteo “se dió por buena la afirmación del Consell de Formentera, motivo por el cual en el acta de replanteo se autorizó el desplazamiento de 2 de los quioscos; en concreto de los 2 quioscos dels Arenals (lote 38 y lote 35)”, explica el técnico.
Por eso, se tomó de base de partida el acta de replanteo y “no se cuestionaron estas modificaciones ya autorizadas en el acta de replanteo”.
Sin embargo, “consultada la normativa de aplicación en el momento de la concesión y la normativa modificada que se tuvo en cuenta para autorizar la modificación (supuestamente no sustancial) en el seno del replanteo el Servicio de Concesiones desde la Dirección General nos hemos dado cuenta que la separación de 300 metros es una obligación que se mantiene en la normativa de aplicación tras la derogación de parte de los artículos vigentes en el momento de otorgamiento”.
Por lo tanto, determina que “no procedía autorizar en el seno del acta de replanteo la modificación de la ubicación de los quioscos indicados”.
Baños cerrados o usados como almacén
Uno de los compromisos de la concesión era que los baños anexos a los quioscos fuesen de uso público y gratuito.
Sin embargo, la inspección de junio de 2025 halló baños cerrados, sin inodoro o usados como almacén. Además, no se cumplía con la obligación de señalización adecuada y ventilación exigida.
El informe técnico remarca que el Consell “no ha aportado documentación ni ha subsanado las incidencias detectadas”, y que los problemas persisten pese a haber sido notificados.
Falta documentación técnica
Otro aspecto alarmante es la ausencia del certificado final de obras, el proyecto constructivo y los planos «as built« que detallen con precisión la ocupación real del dominio público marítimo-terrestre, como así tampoco los certificados de final de obra, según sostiene el informe.
Estos documentos son obligatorios y, según el Govern, nunca fueron presentados por parte del Consell.
La Conselleria apunta que “no se puede comprobar con exactitud las características reales de las instalaciones”, lo que agrava la inseguridad jurídica del expediente.
Obras fuera de plazo y sin prórroga
Las condiciones de la concesión exigían que las obras estuvieran terminadas antes del 25 de noviembre de 2024.
Sin embargo, varios elementos —como la escuela de vela de Es Pujols y cinco módulos de baño— no fueron ejecutados en el plazo legal y no consta solicitud de prórroga.
El Govern destaca que, de mantenerse este incumplimiento, podría tratarse de una modificación no sustancial que también invalide parte de la concesión.
Incumplimientos «esenciales»
El informe, firmado por la jefa del Servicio de Concesiones, concluye que “se han incumplido condiciones esenciales de la concesión”, lo que justificaría iniciar el procedimiento de caducidad.
Textualmente, se enumeran:
- Incumplimiento del desmontaje anual.
- Presencia de estructuras no desmontables.
- Incumplimiento de la distancia mínima entre quioscos.
- Deficiencias en los baños públicos.
- Falta de documentación técnica obligatoria.
Y concluye: “Como consecuencia de incumplir condiciones esenciales enumeradas en aplicación de la Orden Ministerial, el artículo 79 de la LC y el 165 del RGC procedería iniciar el procedimiento de caducidad de la concesión otorgada al Consell Insular de Formentera”.
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