La crisis en Formentera, lejos de calmarse, se reavivió y ahora el presidente del Consell Insular, Llorenç Córdoba, firma los decretos y deja sin competencias al hasta ahora vicepresidente tercero y conseller de Promoción Económica y Administración Insular, José Manuel Alcaraz. Esta decisión estaba tomada desde el 23 de febrero, pero ahora se oficializó.
«Vistos los acontecimientos vividos en esta corporación las últimas semanas, en las que el señor Alcaraz Escandell ha perdido la confianza que esta presidencia había depositado en él procede separarlo/cesarlo del cargo de conseller de Promoción Económica y Administración Insular, como asimismo también se le ha cesado de ser miembro de la Junta de Gobierno y de vicepresidente tercero y portavoz del equipo de Gobierno si bien, en cualquier caso, se le agradece el trabajo e impulso administrativo desarrollados en todos estos cargos», indica Córdoba en el comunicado.
El presidente del Consell ha señalado que ha tenido que tomar esta decisión para facilitar el funcionamiento de la institución insular, tras nueve meses de «una especie de bloqueo malintencionado» promovido por Alcaraz. A partir de ahora, todas las competencias que tenía José Manuel Alcaraz vuelven al presidente de la institución, que las repartirá entre el resto de consellers de Sa Unió en caso de que quieran aceptarlas.
Los motivos
La disputa entre Córdoba y Alcaraz no es cosa de un día, sino que hace semanas que hay una tensión en la institución. El primer punto de choque ocurrió a finales de noviembre, cuando el presidente del Consell de Formentera anunció unilateralmente que estaba valorando dejar de apoyar incondicionalmente al Govern de Marga Prohens en el Parlament.
Además, Córdoba argumenta que la pérdida de confianza, su falta de ética y moral son los motivos que lo llevaron a tomar esta decisión. En este sentido, también lo considera el responsable de haber orquestado esta operación para llegar a la presidencia de la institución por la puerta de atrás.
Encrucijada política
La expulsión de Alcaraz tiene un enorme significado político, ya que se trata del líder del Partido Popular de Formentera. Al confirmarse su expulsión, Sa Unió se enfrentará a la disyuntiva de mantenerse en el gobierno con un presidente no adscrito que ha expulsado a su líder natural del gobierno.
Mientras tanto, hay otros siete conselleres de Sa Unió que permanecen en sus cargos y que se ven en la obligación de mantener una buena relación política con Córdoba, a pesar de haber expulsado a su líder. Esto, sin dudas, traerá diferencias dentro del Consell que se encuentra en crisis desde noviembre y no parece que encuentren una solución.