El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, se muestra partidario de retomar el proyecto de ampliar la operativa del aeropuerto para los casos en que la pista principal quede inutilizada por cualquier incidencia, como ha sucedido en tres ocasiones este verano, la última el pasado sábado cuando el aeropuerto dejó de funcionar durante cuatro horas obligando a cancelar 44 vuelos y a desviar otros 14 más.
En declaraciones a La Voz de Ibiza, Marí ha reflexionado sobre la posibilidad de reconvertir la pista de rodadura en una pista de emergencia, tal como había decidido Aena a principios de milenio, posibilidad que fue descartada posteriormente por el propio gestor aeroportuario por razones de seguridad. «Es un tema antiguo, pero tenemos que empezar a pensar de nuevo en ello para evitar estos caos», ha señalado el presidente y también conseller de Turismo.
Vicent Marí ha destacado que «este verano hemos tenido dos incidentes (en la pista)» en relación al del sábado provocado por una aeronave de Lufthansa que afectó a miles de pasajeros, y el de una avioneta del servicio de extinción de incendios del Ibanat que en junio bloqueó la pista al salirse de la misma al aterrizar obligando a cerrar el espacio aéreo durante unas horas y a cancelar 22 vuelos y desviar otros 17, causando notables retrasos en el resto de las operaciones.
Vicent Marí: «No nos podemos quedar incomunicados»
El presidente calificó este asunto de «preocupante», ya que «nos podemos quedar incomunicados».
Desvío de un torrente
Aena planteó a principios de milenio la posibilidad de construir una segunda pista, si bien finalmente apostó por reconvertir la pista de rodadura en una pista de emergencia, actuación que no requería ampliar el perímetro del aeropuerto de es Codolar y, por lo tanto, no hubiera afectado al Parque Natural de ses Salines. Dicha actuación hubiera obligado a desviar el torrente de sa Font.
El proyecto contó con el beneplácito de las administraciones locales tras superar las reticencias iniciales y la inversión estimada entonces ascendía a 15 millones de euros.
Sin embargo, años más tarde el propio gestor aeroportuario descartó la reconversión de la pista de rodadura en una pista de contigencia que permitiría el aterrizaje y el despegue de las aeronaves en el caso de que la pista quedara inutilizada, como ha sucedido en dos ocasiones este verano.
Un informe interno de Aena alertaba de que no podía garantizar con la reconversión «el cumplimiento de las distancias de seguridad entre los ejes de las pistas y de la calle de rodadura, así como con los obstáculos presentes». Asimismo, el informe recogía que «la alternativa inhabilita la mitad de los puestos de estacionamiento que quedan en la franja de seguridad de modo que afecta de forma importante a la operatividad del aeropuerto en caso de que se produzca una contigencia y ésta sea en un periodo de tráfico elevado».
El citado estudio advierte de que para usar la pista de rodadura como pista de aterrizaje y despegue las aeronaves estacionadas en la plataforma deberían ser trasladadas a la pista principal durante el periodo que estuviera inoperativa.
Las dudas que originaban los nuevos usos para la pista de rodadura como pista de emergencia acabaron por hacer desistir del proyecto a Aena. Y el aeropuerto sigue sin tener plan B para los casos en que la pista está inutilizada.
Aena no contesta
Aena no ha contestado todavía a las preguntas realizadas en dos ocasiones por La Voz de Ibiza desde el pasado domingo sobre si tiene sobre la mesa introducir medidas correctoras para evitar incidentes como el del sábado pasado.
