Carlos Illa, administrador de Puertos y Litorales Sostenibles, ha hablado con La Voz de Ibiza sobre el traspaso de las instalaciones donde hasta el domingo ha funcionado el Club Náutico Ibiza y que ha pasado denominarse Port Náutico Ibiza.
– Ayer se produjo el traspaso de poderes y el inicio de la concesión. Cuéntenos cómo fue el procedimiento y con qué se encontraron.
– Nosotros estábamos citados a las 12 en la Autoridad Portuaria, parece ser que el Club Náutico había estado citado un poco antes, nos cruzamos en la entrada y he podido saludar al presidente. Hicimos un mero acto de entrega de lo que es la estructura del club, en el cual no se firmó nada del contenido de lo que te entregaban. Y el delegado de la Autoridad Portuaria (José Ignacio Revilla) tuvo la deferencia de acompañarnos con un policía portuario para, de alguna manera, hacer la introducción con el personal que había aquí que evidentemente nos hemos subrogado, tal y como indica la ley.
Quiero agradecerle personalmente la actuación del señor Revilla, puesto que fue muy amable y además fue muy interesante desde mi punto de vista. Para mí, me allanó mucho el terreno.
Transmití una tranquilidad absoluta al personal, que de alguna manera vamos a seguir contando con ellos. Si hay alguna excepción, en su momento se verá.
– Entiendo, entonces, que no ha habido ningún intercambio de información entre ustedes y el Club Náutico de Ibiza y más allá de la reunión que tuvieron el martes de pasado y que fue negada por el presidente de la entidad.
– Exactamente, no ha habido ningún intercambio, ni siquiera verbal. Ellos están terminando de retirar enseres de aquí porque tienen diez días para inventariar lo que quieren llevarse y un mes para retirarlo. Y yo sé que van entrando y saliendo por aquí y se van llevando esas cosas. Las pocas cosas que quedan porque realmente aquí no ha quedado absolutamente nada, ni las cámaras de vigilancia… Nada, cero, no hay nada. Estamos en precario intentando recomponer esto y volver a hacerlo funcionar. No hay teléfono, no hay Internet, no hay nada.
– ¿Mobiliario?
– Nada, se lo han llevado prácticamente todo. Creo que solo queda la mesa en la que estoy sentado y las sillas.
– ¿Ustedes tienen experiencia en asumir concesiones a través de un cambio de concesionario, como sucedió en Formentera, es habitual esta práctica o les ha sorprendido?
– A mí me ha sorprendido. En otros casos, como en el puerto de Formentera, ellos dejaron todo, evaluamos el coste de lo que había, se abonó y punto. Pudimos trabajar al día siguiente. Directamente, hoy estamos con datos en el teléfono e incluso ha venido algún transeúnte esta noche que es un servicio que bajo ningún concepto quiero dejar de dar. Le hemos tenido que decir que nos diera la dirección de correo y ya le pasaremos la factura porque no podíamos hacerlo de otra manera.
– ¿No tienen ordenadores ni nada?
– No tenemos absolutamente nada.
– Es un trabajo extra al ya traumático proceso.
– Estamos acostumbrados y ya saldremos de esto.
– ¿El personal del club ya está subrogado?
– ¿Se ha quedado entonces con ustedes toda la estructura deportiva?
– No, la estructura deportiva en principio se ha marchado con el club. Lo que han quedado son los marineros y algún monitor de vela. Nada más. Lo que es todo el proyecto que tenía el club de vela para jóvenes y la gente se ha ido con ellos.
– ¿El Club le ha solicitado la posibilidad de seguir ocupando de alguna manera las instalaciones para la práctica deportiva?
– No, no nos han solicitado nada.
– ¿Y le ha sorprendido?
– Ni sorprendido, ni no sorprendido. Porque la comunicación con el Club, salvando la propuesta que le hice al presidente durante la reunión, ha sido inexistente.
– ¿El restaurante en qué situación se encuentra?
– Va a ser una explotación directa a través del acuerdo al que hemos llegado con Pau Barba quien está negociando con el anterior concesionario para el cambio. El personal que había en el restaurante va a permanecer con nosotros.
– ¿Tiene algún plazo para la reapertura de las instalaciones?
– De las instalaciones solo tenemos cerrado el restaurante. Desde el punto de vista de servicios, el servicio está abierto. La intención es abrir el restaurante en un mes.
– ¿Cuál es la previsión que manejan para las próximas semanas dado que estamos a 7 de mayo y que la temporada está aquí y la urgencia apremia?
– Ayer por la tarde estuvimos con contratistas viendo cómo abordar de urgencia ciertas intervenciones en varios espacios que no están en una situación correcta. Y mañana miércoles empiezan a pintar y a intervenir. Nosotros lo queremos hacer lo más rápido posible.
– ¿Qué intervención de urgencia hay que hacer?
– La situación del Club, desde el punto de vista de aspecto, es manifiestamente mejorable. De momento, vamos a actuar en fases. La primera será salvar la temporada como sea, con una capa de pintura, una rehabilitación más estética que de fondo. Después, en una siguiente fase, pasaremos a hacer una rehabilitación más a fondo.
– El viernes se anunció la constitución de una asociación de amarristas. ¿Ha tenido la ocasión de tener algún contacto con ellos?
– Vía prensa me consta de esa constitución pero en ningún momento se han puesto en contacto con nosotros. Estaremos encantados de recibirlos y de que me expresen sus inquietudes.
– ¿Qué valoración hace de este movimiento?
– No tengo nada en contra de este tema. Si consideran que es para sus intereses más beneficiosos ir asociadamente, no tengo nada que decir. Los vamos a tratar igual a los de la asociación que a los de afuera de la asociación.
– ¿Cómo piensan integrar o tratar a los amarristas históricos que es un asunto que les preocupa a ellos?
– Los amarristas históricos van a tener exactamente el mismo trato que tenían hasta ahora. Todo amarrista histórico que esté dentro de los parámetros que nos dicta la Autoridad Portuaria, en cuanto a embarcación, propiedad, documentación, seguro, etc. puede estar absolutamente tranquilo de que tendrán exactamente el mismo trato.
– Mismo trato sí, pero tarifas diferentes…
– Para los que tengan más de ocho metros sí. Pero para los demás no. Entiendo que la gran mayoría, por lo menos los amares de bases, son todos inferiores a 8 metros. Van a estar totalmente cubiertos. Les haremos la oferta y si quiere seguir bien: si no quieren seguir, procederemos a comercializar esos espacios.
– ¿El Club les ha facilitado la lista de espera de amarristas que decían tener?
– El Club no nos ha facilitado absolutamente nada. Ni siquiera el listado de las embarcaciones bases. Hoy he presentado un escrito a la Autoridad Portuaria solicitándole que nos tienen que facilitar los amarres de bases. La palabra facilitar y el Club Náutico de Ibiza no cuajan. Entiendo que el Club facilitó ayer a la documentación, por eso la he solicitado hoy para que me la den lo antes posible.
– ¿Alguna anécdota que haya sucedido en las últimas horas y que quiera destacar?
– Son anécdotas tan desagradables que prefiero que sigamos con el día tan estupendo que hace en Ibiza con este sol, que la gente vaya a la playa y que saquen los barcos.
– ¿Está diciendo que hubo algún episodio desagradable en el traspaso?
– Es, en general, la actitud.
– ¿También del personal?
– No, del personal no hemos tenido el más mínimo problema. Incluso después de mi conversación con ellos, todos me transmitieron que se sentían mucho más seguros y tranquilos, que tenían incertidumbre como es normal. Es lógico.
