Una nueva tramitación completa tendrá que hacer el Consell Insular de Formentera tras confirmarse la caducidad del Plan Especial del puerto La Savina, avanzado por La Voz de Ibiza en mayo pasado.
El documento que ha provocado la paralización total de la tramitación es la caducidad del Informe Ambiental Estratégico, que ha perdido validez el pasado 12 de febrero. Todo a pesar de que la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) alertó al Consell ante la inminencia de la fecha límite. No sirvió de nada porque el entonces conseller de Territorio e Infraestructura, Javier Serra, presidente de Compromís, hizo caso omiso de los avisos.
Desde entonces, Serra se ha resistido a dar una explicación a la negligencia, a pesar de los reiterados intentos de La Voz de Ibiza.
La realidad es que casi nueve meses después, la tramitación se encuentra paralizada y no se han reiniciado los trámites con la Autoridad Portuaria, según ha podido confirmar La Voz de Ibiza.
Desde la APB han detallado a este medio que “el 14 de mayo de 2024 se envió requerimiento de reinicio de la tramitación ambiental al Consell Insular de Formentera, sin que se haya producido contestación hasta el momento”.
Cambio de roles
Hasta ahora la tramitación de un plan especial en Baleares era un trabajo compartido entre Autoridad Portuaria y el ayuntamiento afectado. El reparto de papeles ha venido consistiendo en que Autoridad Portuaria de Baleares como promotor de los trabajos encarga y paga a las empresas que realizan los trabajos. Su Consejo de Administración, previo trabajo conjunto entre bambalinas con la administración municipal, los acaba aprobando y remitiendo al ayuntamiento.
Y es el Ayuntamiento, como órgano sustantivo, el que aprueba inicialmente el plan especial, gestiona el periodo de exposición pública, contesta las alegaciones y acaba aprobando de forma definitiva el instrumento urbanístico.
De la resistencia de la APB a dar explicaciones y de las escasa información facilitada hasta el momento por el organismo portuario se deduce que en este caso, la APB se ha puesto de lado y ha dejado toda la responsabilidad al Consell de Formentera.
Reinicio
Según la versión de la APB, el Consell debe reiniciar la tramitación del Plan Especial. Desde el Consell estiman que será más rápido que si tuvieran que iniciarlo de cero, ya que los documentos solo han de ser actualizados y adaptados a las nuevas exigencias que pudieran haberse incorporado en el periodo que media entre el anterior y el que ha de tramitarse de nuevo.
“Hay que presentar todo de vuelta. Pero, en teoría, se presenta lo mismo, no hay ninguna alteración”, ha explicado una fuente del Consell Insular.
De todas formas, los tiempos se dilatarán ya que la tramitación ambiental tiene como un mínimo un plazo de 18 meses. Y posteriormente, ha de haber aprobación inicial, exposición pública y aprobación definitiva.
Tramitación ambiental
Para comenzar un nuevo proceso de evaluación ambiental estratégica para el Plan Especial del Puerto de Formentera se deben seguir varias etapas, a saber: presentación del borrador y consulta pública; elaboración del Estudio Ambiental Estratégico; más la integración en la versión inicial del plan o programa que se somete a información pública y consultas.
Después, se ajusta según las alegaciones recibidas para elaborar la propuesta final para posteriormente, emitirse la declaración ambiental estratégica. Finalmente, se incorpora esta declaración en el plan o programa, que se presenta para su aprobación por el órgano competente, en este caso el Pleno.
Los efectos de la caducidad
Al contrario de lo que sucede en el puerto de Ibiza, Formentera dispone de un plan especial en vigor. Por lo tanto, no se produce la inseguridad jurídica que ha rodeado la expansión del puerto de Ibiza desde que los tribunales anularon en 1999 el plan especial que aprobado en 1993.
Al no haber instrumento urbanístico en vigor, las únicas obras que se han podido hacer han sido en virtud a su interés portuario. Es el caso de la Estación Marítima de Botafoch. Todo el resto de actuaciones públicas y privadas contempladas en el plan y la inversión millonaria que conllevan aguardan a que el Ayuntamiento de Ibiza conteste las alegaciones y apruebe definitivamente el plan.
Esta es la razón que está obligando a la APB a continuar su política de parches en las concesiones. Los últimos ejemplos son el varadero, Marina Port Ibiza y Port Náutico Ibiza. El siguiente caso parece que será Marina Botafoch.
La Savina cuenta con un instrumento obsoleto pero en vigor desde 1997, por lo que puede ejecutar todas las actuaciones que estén contempladas en el plan actual y no contravengan el futuro. Es el caso de las dos marinas deportivas que el Consell da por hecho que serán licitadas como una única concesión.
No es el caso de la marina seca, los aparcamientos subterráneos, la reubicación del edificio de la Cofradía de Pescadores y las mejoras en movilidad que contempla como principales novedades el plan especial que Javier Serra haya dejado caducar sin que nadie haya sido capaz de dar una explicación.