Valeria, una empleada administrativa argentina que lleva 25 años viviendo en Ibiza, ha decidido abrir las puertas de su casa esta Navidad para recibir a personas que, como ella misma describe, están «sin familia y no tienen lugar para comer».
Lo anunció en Facebook: «El 25 de diciembre haré comida en casa a quien esté solo y sin familia este año, que me contacte. Cocino yo así que será con amor». En cuestión de días, su celular se llenó de mensajes. «Me contactó muchísima gente, ojalá pudiera recibir a todos, pero va a ser imposible», cuenta Valeria en diálogo con La Voz de Ibiza.
Lejos de los grandes banquetes, el almuerzo será sencillo pero tradicional, cargado de espíritu festivo y solidario. En su piso situado en Carrer de Ca n’Escandell, cerca del centro, Valeria promete una paella como plato principal, a la que se se sumará una sopa de Navidad que llevará una vecina, el infaltable café y el clásico panettone.
Un «comedor navideño»
Aunque Valeria tiene todo preparado para recibir a sus invitados (incluso habrá un chef que le ayudará en la cocina), no pierde la esperanza de que alguien pueda ayudarla a ampliar la convocatoria.
«Me he dado cuenta de que si tuviéramos un sitio más grande, sería perfecto», dice, imaginando la posibilidad de un «comedor navideño» donde más personas puedan sumarse y compartir el momento.
«Apuntar a que alguien nos escuche y nos ceda un sitio sería ideal. Hay solidaridad, algo se hará», asegura con optimismo.
La crisis de alquileres: la otra protagonista
Este almuerzo que nace de un gesto solidario también pone en evidencia una problemática que afecta a muchas personas en Ibiza: los altos precios de los alquileres dificultan acceder a una vivienda digna. Por eso, la idea apunta a quienes viven en la isla todo el año, especialmente los que apenas logran costear el alquiler de una habitación y que no tienen con quién pasar las fiestas.
«Para muchos, aquí es o te pagas un alquiler o comes. El acceso a la vivienda está muy difícil ahora y va a ser peor. Para invierno se ven habitaciones por 700, 800 euros. Nosotros tenemos un sueldo normal, no es como muchos piensan», explica Valeria a este medio. Una situación que, según cuenta, «se está tornando complicada».
¿Cómo ayudar en este almuerzo solidario?
Para ponerse en contacto con Valeria pueden hacerlo por Facebook, en su perfil. «Quien quiera ofrecer un sitio más grande, estaría muy bien poder poner más paelleras. Para todo se necesita tiempo, ganas y actitud, pero la recompensa es dar algo bueno a los demás y sentirnos acompañados», finaliza.
