El caso de la okupación en pleno centro de Sant Antoni, donde un grupo de okupas cambió la puerta de una vivienda mientras la Policía y la Guardia Civil observaban sin intervenir, ha generado una gran alarma social en Ibiza.
El propietario del inmueble, Vicent Riera, descubrió la ocupación varios días después de que se produjera y fue testigo de cómo los okupas, en lugar de ocultarse, desafiaban a la autoridad a plena luz del día. La situación se agravó aún más cuando uno de los colaboradores de los okupas irrumpió en un periódico local exigiendo la retirada de las imágenes donde se le veía participando en la okupación.
A continuación, un repaso de la cronología completa de los hechos y las claves que explican por qué este caso ha generado tanta indignación en la isla.
Cronología de la okupación en Sant Antoni
Los okupas entran en la vivienda (8 de marzo)
Una pareja, una mujer española y un hombre marroquí, entra en un piso ubicado en la calle Bisbe Cardona, en pleno centro de Sant Antoni. No actúan solos: con ellos, otras personas colaboran en la okupación, ayudándoles a acceder al inmueble y a realizar modificaciones en la vivienda.
La presencia de otras personas en el proceso será clave en los días posteriores, ya que uno de los colaboradores aparecerá en las imágenes grabadas por el propietario y luego protagonizará un incidente en un medio de comunicación.
El propietario descubre la okupación (12 de marzo)
Cinco días después de que los okupas accedieran a la vivienda, Vicent Riera es avisado por una vecina que le pregunta si ha alquilado la casa o si le ha dado las llaves a alguien.
Al acudir al lugar, se encuentra con varias personas cambiando la cerradura de su casa. Al intentar recuperar su propiedad, los okupas no solo se niegan a abandonar la vivienda, sino que lo desafían, se burlan de él y lo graban con su teléfono móvil. En la misma grabación, una de las okupas, la mujer española, lo amenaza con llamar a la policía.
La Policía Local y la Guardia Civil no intervienen (13 de marzo)
Riera llama a la Policía y al lugar acuden agentes de la Policía Local de Sant Antoni y de la Guardia Civil. Los agentes observan la escena, pero no desalojan a los okupas.
Los agentes explican al propietario que los okupas han presentado un vídeo que demostraría que llevan en la vivienda desde el 8 de marzo, lo que les otorga la categoría de morada. Ante esta circunstancia, la ley impide desalojarlos sin una orden judicial.
Mientras tanto, los okupas continúan cambiando la puerta con total tranquilidad y lanzan burlas contra el propietario. Incluso, gritan frases como “¡Viva el Rey!” y “¡Viva España!” en tono sarcástico mientras las fuerzas de seguridad permanecen en el lugar.

El escándalo por aparecer en la prensa (13 de marzo)
Uno de los hombres que ayudó a los okupas a cambiar la cerradura, junto a otro joven, se presenta en el Diario de Ibiza exigiendo que se retiren las imágenes donde aparece cambiando la puerta y enfrentándose al propietario.
Ambos insisten en que no se marcharán hasta que el medio elimine el contenido, generando una situación de tensión.
Ante la negativa del periódico a borrar el material, el personal del medio llama a la Policía Nacional, que llega en cuatro minutos junto con agentes de la Policía Local de Ibiza. Tras revisar las imágenes, los policías descartan que haya motivo alguno para eliminarlas y proceden a desalojar a los dos individuos.
El juez decano de Ibiza explica el procedimiento (14 de marzo)
Ante la creciente indignación pública, el juez decano de Ibiza, Sergio González Malabia, aclara cuál es el procedimiento judicial que se debe seguir en estos casos.
Explica que el juzgado no puede actuar de oficio sin una denuncia del propietario o un atestado policial, y que hasta ese momento, el Juzgado de Guardia no ha recibido ninguna de las dos cosas.
El juez también señala que, si se cumplen los requisitos legales, el desalojo podría producirse en cuestión de 24 horas mediante una medida cautelar dictada por el Juzgado de Guardia.
Cinco claves para entender el caso
1. La Policía no podía desalojar a los okupas en el momento
El Código Penal diferencia entre allanamiento de morada y usurpación.
- El allanamiento de morada ocurre cuando se ocupa una vivienda habitual, lo que permite a la Policía expulsar a los intrusos de inmediato.
- La usurpación, en cambio, se da cuando la vivienda okupada no es la residencia habitual del propietario. En este caso, el desalojo solo puede hacerse por vía judicial.
Al mostrar un vídeo en el que supuestamente llevaban en la casa desde el 8 de marzo, los okupas lograron evitar la expulsión inmediata.
2. El propietario debe denunciar para que la Justicia actúe
El juez decano ha sido claro: sin denuncia ni atestado, la Justicia no puede intervenir.
Si el propietario presenta una denuncia y la Guardia Civil elabora un atestado, el juez de guardia podría ordenar una medida cautelar y la restitución de la vivienda en menos de 24 horas.
3. La okupación se convirtió en un escándalo mediático
Uno de los okupas intentó forzar la retirada de imágenes en un medio de comunicación, lo que terminó con su desalojo por la Policía Nacional.
4. El alcalde de Sant Antoni se pronunció sobre el caso
El alcalde, Marcos Serra, ha reconocido que la teoría de las 24 horas para consolidar la okupación no tiene base legal, pero ha insistido en que «una vez que se han establecido como morada, es difícil actuar».
5. La nueva ley antiokupas podría haber cambiado el escenario
En abril entrará en vigor una reforma que permitirá ordenar desalojos exprés en 48 horas, pero solo si el propietario denuncia inmediatamente.
En este caso, si la denuncia se hubiera presentado a tiempo, la ley habría facilitado una expulsión mucho más rápida.