La crisis política en Formentera, lejos de solucionarse, se agrava. Como era previsible, el ultimátum de Sa Unió no ha surtido efecto y Llorenç Córdoba no dimite, ni lo hará porque «me lo pida la presidenta del PP de Baleares«, aunque sí lo haría si lo pidiera la oposición.
Casi cuatro horas después de haber finalizado la reunión entre Llorenç Córdoba y los consellers de Sa Unió, Gent per Formentera y PSOE y poco antes de la reunión que convocada para la noche del lunes entre Sa Unió y la oposición, el presidente ha comparecido antes los medios a las puertas del Consell de Formentera para reiterar que no piensa dimitir, para fiar su futuro político a la oposición, a quien se ha vuelto a acercar, y para agravar el enfrentamiento con Sa Unió, rompiendo todo tipo de entendimiento después de atacar con dureza al matrimonio formado por los vicepresidentes Verónica Castelló y José Manuel Alcaraz, presidente del PP de Formentera, a quienes pide la dimisión y acusa de «asalto al poder».
En cualquier caso, Córdoba ha negado, al contrario de lo que han dicho esta mañana los consellers de Sa Unió, que tenga intención de cesar a los vicepresidentes Verónica Castelló y José Manuel Alcaraz por considerarlos los causantes de la crisis y por una pérdida de confianza que difícilmente recuperará. En relación a Alcaraz, ha señalado que «por responsabilidad política debería dimitir y pedir disculpas». «Ha destruido mi imagen con falsedades», ha añadido.
«Alcaraz quiere conseguir en dos semanas lo que no ha conseguido en 20 años, ser presidente de Formentera en contra de la voluntad del pueblo, que no lo ha escogido. El pueblo a escogido a Sa Unió. Yo sin Sa Unió no soy nada y no sé si Sa Unió hubiera ganado sin mí», ha explicado.
«No he pedido la dimisión (de Verónica Castelló) por machismo y porque sean pareja. Lo he hecho porque son las dos personas que están desestabilizando el gobierno de Formentera y lo único que pido es que se hagan a un lado«.
Oposición
Asimismo, ha fiado su futuro político a la oposición. «Si me piden que dimita, dimitiré», ha señalado.
Córdoba ha elogiado a los consellers de Gent per Formentera y PSOE la «calidad humana y política y su lealtad institucional. Es un lujo como presidente contar con ellos», ha asegurado.
En otro momento de su intervención, ha asegurado que lo que busca es que «haya suficiente gente para la junta de gobierno y para aprobar los presupuestos», otro guiño a la oposición.
A pesar de que los ocho consellers de Sa Unió han pedido su dimisión y que la oposición evitar expresarle su apoyo, ha asegurado no «sentirse solo».
Soluciones
A pesar de que la solución es cada vez más difícil, el aún presidente ha insistido en que la situación «es reversible» y que trabajará para ello.
«Sinceramente, pensaba que esta situación podría resolverse, que Sa Unió entraría en razón más fácilmente, pero parece que están enrocados y me extraña después de tantos años de haber sido compañeros», ha sentenciado al tiempo que admite que «la salida de la crisis es complicada».
En esta línea, ha agradecido que no hayan presentado la dimisión en bloque los consellers de Sa Unió, «una moción de censura encubierta», tal como habían anunciado. «Es un paso», ha dicho.
«Queremos estabilidad y queremos pasar página porque se está empezando a volver un poquito ingobernable. Hay dos personas que están desestabilizando el gobierno de Formentera. Lo mejor es que salgan del equipo de gobierno y entren dos personas nuevas».
Córdoba, en una huida hacia adelante, ha confesado que «creo que puedo reconducir esta situación. Seguiré luchando porque es lo que ha votado la gente, aunque no hay nadie imprescindible».
Pruebas
Córdoba ha sorprendido al explicar que durante el encuentro de la mañana había presentado pruebas de que las acusaciones de chantaje y extorsión eran falsas, algo a lo que no habían hecho referencia los consellers de Sa Unió, Gent per Formentera y PSOE.
Se trataría de mensajes de WhatsApp entre él mismo y la presidenta Marga Prohens que, según su versión, demostrarían que Córdoba trataba cuestiones como el deslinde de Costas, la futura ley que prepara el Govern balear para el litoral y la triple insularidad.
Sin embargo, Córdoba no ha negado y ha vuelto a confirmar que solicitó un sobresueldo a través de la asignación que cobra Sa Unió del Parlament con el que sufragar unos gastos que no cubren las dietas que cobra como diputado. Sa Unió ha asegurado que nunca se ha negado a pagar los gastos que pudieran estar justificados.
Cambio de ubicación en el Parlament
Córdoba ha explicado que ha pedido al Parlament que su escaño sea trasladado a otro lugar del hemiciclo para no estar junto a los diputados del Grupo Popular como hasta ahora, ya que ha sido expulsado de los grupos de WhatsApp y está recibiendo acusaciones y críticas del PP, tanto de José Manuel Alcaraz como del vicepresidente Antoni Costa. «Sería incómodo», ha dicho.
