José Luis Benítez (Ibiza, 1969) empezó a trabajar en el ocio con apenas 17 años. Hizo carrera en Space. Más de tres décadas después, sigue trabajando en uno de los tractores más importantes de la economía ibicenca, sino el que más tracciona. Su actividad principal es ejercer de director de Relaciones Institucionales del Grupo Palladium, del Grupo de Empresas Matutes, propietario del mejor club del mundo, Hï Ibiza, del tercero, Usuhaïa Ibiza, y del futuro hyperclub [UNVRS], pronunciado Univers, que se está levantado en lo que otrora fue Privilege y antes Ku, la discoteca más grande del mundo. También es copropietario, junto a Empresas Alonso Marí y Vivir Descalzo de Playa Solei. Para la explotación de los locales de ocio, Empresas Matutes mantiene una sólida alianza con en colaboración con Yann Pissenem y su empresa The Night League.
Es, no obstante, más conocido por ser la cara visible de la Asociación Ocio de Ibiza, la entidad que este año ha cumplido su décimo aniversario y que engloba la industria del ocio que ha hecho famosa Ibiza en todos los rincones del mundo. Es el hombre que está detrás de las pistas de baile de Ibiza. Casi nada.
En sus ratos libres, es presidente de International Nightlife y miembro de la directiva de Spain Nightlife y, por lo tanto, enfrascado en el próximo congreso que volverá a elegir a los mejores clubs del mundo y donde Ibiza colocó en 2023 a cuatro locales entre los 10 mejores. También es vicepresidente de Fomento del Turismo de Ibiza, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Ibiza y Formentera, además de vocal de la junta directiva de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera.
Hace un hueco en su apretada agenda para someterse al cuestionario de La Voz de Ibiza.
–Con tantos cargos y de tanta responsabilidad, está usted en una atalaya privilegiada desde la que observar la evolución del sector turístico y del ocio.
–Supongo que es la edad la que te da ese privilegio.
–Y los contactos…
–También.
–Ibiza parece cada vez más el único sitio del mundo que no quiere parecerse a Ibiza…
–Sí, nos encanta flagelarnos. Creo que para los ibicencos renegar de lo nuestro es como un deporte nacional. A pesar de que todos sabemos que Ibiza vive del turismo, ahora cada vez nos gusta menos el turismo. Por lo tanto, es un contrasentido importante.
–¿Y qué decir de la industria del ocio?
–Somos los malos de la película siempre. Desde que empecé en esto, con 17 años, el ocio es malo. Nadie parece haber sido capaz de darse cuenta de la evolución que ha tenido el sector. Somos un complemento muy importante para la industria turística porque somos número uno del mundo en ocio. Somos los mejores y así nos lo reconocen en cualquier lugar del mundo.
Una de las razones del éxito del ocio de Ibiza y de Ibiza en general es que tenemos muchas y muy buenas discotecas. Eso es muy importante que siga siendo así, porque el día que nos quede una sola discoteca, caeremos como un castillo de naipes. Buenas discotecas hay en muchos lugares del mundo. Ahora, cuatro o cinco grandes salas de primer nivel como hay aquí, en tan poco terreno, nos hace únicos. Y los mejores DJs del mundo vienen a pinchar aquí y siempre quieren estar aquí. Eso es algo muy positivo.
–¿Puede ampliar la idea de que el ocio ha pasado a ser un complemento?
–Ibiza es mucho más que ocio. Tenemos unas playas maravillosas, una gastronomía increíble, tenemos cada vez más pruebas deportivas de alto nivel y tenemos gente con la mente muy abierta. Los ibicencos, supongo que por influencia de los hippies, somos los que tenemos la mente más abierta, sin discusión. Todo eso es muy bueno, y si además tienes el mejor ocio del mundo, tenemos una pócima mágica que huele muy bien.
El ocio, motor de Ibiza
–Qué fue primero el huevo o la gallina… No pone al ocio como tractor de Ibiza…
–Es uno de ellos. A estas alturas, hace cuatro años las discotecas ya habrían prácticamente cerrado todas y casi todo el mundo hubiese cerrado porque los hoteles van de la mano de las discotecas. Sin embargo, ahora estamos yendo hasta mitad de octubre o más.
Es lo mismo que pasa a principio de temporada. Abrimos en abril, cosa que nunca pasaba. La gente tiene poca memoria, pero aquí había discotecas que abrían en julio y cerraban en septiembre. Eso ha demostrado que el empresario del ocio está preocupado por su entorno y quiere hacer las cosas mejor. Así que el motor, no, pero uno de los engranajes que hace que las cosas funcionen bien, seguro que sí.
–¿Usted ve un problema en que haya una compañía aérea que haga vuelos de Malta a Ibiza con un DJ pinchando?
–No. Mientras la seguridad aérea esté asegurada, me parece que es una sorpresa para esa gente que viene. La gente se olvida de que cuando el turista viene a la isla buscando el ocio, se aloja, esperemos, en la oferta reglada, come en restaurantes, coge transporte, se suele llevar recuerdos, por lo tanto hace un gasto. Eso es importante y la gente se tiene que dar cuenta de que al final todo suma. Es lo mismo que si traemos un avión con temática gastronómica. ¿Nos va a parecer mal? No. Al final, todo el mundo intenta hacerlo mejor para conseguir el éxito, y esta compañía lo está intentando así.
–¿Les sorprendió la propuesta del Consell de Ibiza de limitar la publicidad de las discotecas en el aeropuerto?
–Sí. Quiero pensar que fue una bomba de humo, porque si no, realmente no lo entiendo. Es cierto que hay mucha publicidad de discotecas, no hay que esconderlo. Es publicidad legal, en espacios legales y de empresas legales. Así que me hubiese gustado más que el Consell Insular le pidiera a Aena más seguridad dentro de la terminal para evitar taxis piratas y mejoras en los accesos para poder llegar de forma normal al aeropuerto y poder salir, no ese embudo que tenemos allí, o que pidiera quitar el famoso bar que hay entre el aparcamiento y la terminal…
Me sorprendió, sí. Y realmente no lo entendí porque llevamos unos cuantos años en los que el ocio está haciendo las cosas, a mi entender, muy bien. Está intentando cuidar todos los aspectos lo máximo posible y ser lo más respetuoso que se pueda con todo el mundo y no sé por qué nos tienen que poner en el punto de mira cuando no hemos hecho nada ilegal y generamos mucha riqueza en la isla. También hay publicidad de marcas de cerveza y de tiendas de ropa, y del propio Consell.
–¿Afectará esto a las relaciones entre la Asociación Ocio Ibiza y el Consell?
–No lo sé, la verdad es que llevamos unos años en los que se nos está volviendo a arrinconar en cierto modo. Pero bueno, si vemos hoy (el pasado jueves) los principales medios escritos de Ibiza, tienen como noticia de portada una fiesta en entorno público de un DJ y con miles de personas. Son contradicciones.
Personalmente, yo tengo muy buena relación con el Consell, creo que este equipo de gobierno está haciendo cosas muy positivas, lo mismo que el anterior también hizo cosas positivas. Ahora han puesto el foco en nosotros. De todas maneras, yo le he oído al presidente del Consell decir que tenemos el mejor ocio del mundo y eso es importante, creo que él lo tiene claro, pero no sé si es que una parte de sus votantes no nos ven con buenos ojos.
-¿Habrá fiesta de Ocio de Ibiza de la mano del Consell de Ibiza en Fitur?
-No sé si en un futuro iremos de la mano o a lo mejor volvemos a dar un golpe a la mesa e ir solos.
–A mí me sorprende que el ocio ni aparezca en el plan de marketing del Consell.
–Así es. Parece haber una línea de ir arrinconándonos. Si volvemos al pasado y cerramos las discotecas el mes de septiembre, estaríamos todos más tranquilos, pero no estaríamos generando riqueza en la isla. Estarían los hoteles cerrados y el 80% de la oferta complementaria cerrada. Las discotecas no obligan a nadie a venir a nuestros locales. La gente viene porque quiere.
El aporte económico del ocio al PBI
–Desde la Asociación Ocio Ibiza se encargó hace algunos años un estudio al catedrático Carlos Manera sobre el impacto del sector en el PIB. ¿Han considerado volver a realizar ese análisis?
–Durante la pandemia no tenía sentido. Ahora hemos retomado la posibilidad de actualizar un estudio cuyas conclusiones sobre la potencia del sector llegaron a sorprender al propio Carlos Manera. Era algo que todos intuíamos y ahora sabemos. En ese momento, pensamos que era importante que la gente supiera la importancia del sector, porque seguimos teniendo ese rechazo de determinadas partes de la sociedad que piensa que todo lo que hay en las discotecas es malo.
–Se atreve a hacer un pronóstico sobre la evolución del peso del ocio dentro de la economía de Ibiza desde que se hizo el estudio.
–Estábamos sobre el 30% del PIB directo, y eso es una barbaridad. Creo que va a salir prácticamente igual, si acaso algún punto más. Todos vemos lo que mueve el ocio en esta isla. Tenemos una salud magnífica, el sector es súper profesional. Las grandes salas tienen más de 50 personas de seguridad, enfermerías propias y un gran control de todo lo que sucede dentro. Estamos hablando de que cada noche se pueden mover en Ibiza aproximadamente 30.000 personas de fiesta y apenas hay problemas. Luego vemos fiestas de pueblo o discotecas de pueblo o incluso de capital, en las que ocurren peleas con navajas, con tiros, y todo este tipo de incidentes.
La gente sabe que a Ibiza viene a divertirse. Supongo que también ayuda que somos caros y nadie quieren que le echen de un sitio al que le ha costado mucho dinero entrar.
–¿Qué pueden hacer para convencer a los detractores?
–Cuando tienes detractores, los tienes siempre. Cuando alguno de nuestros asociados da un cheque importante a algún club deportivo o hace alguna acción solidaria, los detractores lo critican y dicen que “lo hacen para tapar”. ¿Para tapar qué? También se quejan de que somos caros cuando es algo muy positivo que hayamos podido alcanzar este nivel de precios, ya que si fuéramos baratos, no vendría el mismo tipo de público que viene y tendríamos muchísimos más problemas. Es surrealista que también seamos acusados de contribuir al problema de la vivienda por dar alojamiento a nuestros empleados. Hagamos lo que hagamos, somos criticados por nuestros detractores.
Asociación Ocio Ibiza: 10 años y la labor de Benítez
–Este año, la Asociación Ocio Ibiza cumple diez años. En La Voz de Ibiza titulamos una década de buenas prácticas y paz en el sector…
–Hemos hecho una labor, a mi entender, muy buena. Conviene no olvidar de donde venimos.
–¿Cómo vive el gerente de Ocio, que también trabaja para una empresa muy importante en el ocio, y que ahora lo va a ser más con la apertura de UNVRS?
–Intento no traspasar líneas rojas. A pesar de que no me dedico al ocio en el Grupo Palladium, pongo mi cargo a disposición de la junta en cada reunión. El día que no nos interese que yo siga de gerente estaré encantado, vendrá otra persona a la que intentaremos ayudar a que lo haga lo mejor que pueda. Hay gente a la que no le gusta y gente que le da igual. Estamos funcionando bien, yo creo que estamos haciendo las cosas bien. Tengo las cosas muy claras, sé dónde están unas cosas y dónde están otras. Si en el futuro eso no es así, no tengo ningún problema en dejarlo.