El decreto que ultima el Govern para regular el alquiler de chárter náutico cuenta con el respaldo de los empresarios náuticos de Ibiza y Formentera, quienes consideran que se trata de un paso necesario en la lucha contra el “intrusismo” que enfrentan en la actividad.
“Nosotros vemos este cambio como algo muy positivo, algo necesario también para ya dar un poco de estructurar esta actividad, para ponerla también en un ámbito legal”, ha analizado ante la consulta de La Voz de Ibiza Ramón Van Der Hooft, Asociación de Náutica de Ibiza y Formentera, integrada en Pimeef. Y ha destacado: “Es obvio que necesitamos unas leyes y decretos propios para regular la actividad. Las empresas de aquí luchamos contra muchísimo intrusismo”.
“Aquí en Baleares hay más actividad que en el resto de España. Y en Ibiza y Formentera en particular esto se nota”, ha remarcado.
La actualización del decreto 21/2017 por el que se regula la actividad de alquiler de embarcaciones y buques de recreo, está en la fase final de su redacción, luego de recibir más de 200 alegaciones.
La nueva normativa, que entraría en vigor en septiembre u octubre, prohíbe el alquiler náutico de particulares. Y exige a quienes se dediquen a la actividad contar con alguna de las siguientes autorizaciones preceptivas: “para amarre, para el uso de boya o fondeo regulado, o para embarcar y desembarcar en puertos o lugares del dominio público marítimo-terrestre dentro del ámbito territorial de las Islas Baleares”.
“Este es el punto más fuerte del decreto. Porque tú tienes que tener una base permanente para poder también empezar y terminar tu día con tus clientes. Es decir, se debe contar con un puerto deportivo o boya, no se puede realizar desde una cala”, ha señalado el presidente de los empresarios náuticos. También ha advertido que, si bien el embarque y desembarque en una cala nunca había estado autorizado, en la práctica se trataba de un área gris: “La gente pagaba una tasa, declaraban un lugar de operaciones y decían que trabajaban legalmente, no se hacía nada al respecto”.
En este contexto, el empresario náutico considera clave el nuevo decreto. “Las calas están repletas de barcos. Y llevamos muchos años con esa competencia desleal que ahora el Govern intenta regular”.
La lista séptima
Otro punto destacado del decreto que prepara el Govern es la prohibición de embarcaciones de uso recreativo privado (de la lista séptima) puedan tener el uso de chárter náutico (lista séptima). Un punto que contradice el Real Decreto del Gobierno central que entraría en vigor el mes próximo.
“Está claro que nosotros estamos completamente alineados con el gobierno Balear: creemos que sobran barcos, ya con la lista sexta hay una sobreoferta con todo el intrusismo que tenemos y en los puertos; entonces está claro que ninguna empresa de chárter apoya esta iniciativa nacional de autorizar el barco de lista séptima de operar durante tres meses de forma comercial”, ha aclarado Van Der Hooft.
Necesidad de control y menos saturación
Por otra parte, el empresario náutico ha señalado que “otro punto es cómo vas a controlar y vigilar toda esta operativa. Eso, al final, si lo pretenden hacer con los pocos medios que hay desde mar, va a ser muy difícil”.
“Está claro que necesitamos apoyo desde tierra, sobre todo si luchamos en contra de la actividad que hay en las calas, y hay que mirar quién pueda tener competencias en tierra para vigilar y sancionar”, ha añadido Van Der Hooft.
Para el presidente del chárter náutico de Pimeef, es imperiosa la regulación del sector. “Si no, esto se va a convertir en un patio donde cualquier persona puede operar de la manera que quiera. Siempre habrá un pequeño tejido empresarial que hoy por hoy se beneficia de la irregularidad que existe y que va a hacer ruido y va a hacer todo lo posible para que esto no se convierta en una realidad”, ha advertido.
Además, ha señalado que la regulación no solo es trascendental “para el sector, sino también para los residentes de la isla, pretendemos también reducir un poco la saturación de barcos que hay en las calas”.
En esa línea, ha remarcado que “hoy no hay más puertos deportivos que hace 20 años”, pese a que el número de embarcaciones en las costas se ha multiplicado. “Cualquier persona que vaya a la costa, a la playa, tendrá la sensación de que sobran barcos en Ibiza y Formentera”.
Esto, para el empresario, no solo significa un perjuicio por la concentración, sino que complica la gestión de basuras y residuos. “Tú vas a cualquier cala en Ibiza y están los cubos de basura siempre a reventar. ¿Por qué? Porque esos barcos están bajando todas sus basuras por la playa. Nosotros en los puertos tenemos puntos de reciclaje, esta gente no lo tiene”.
Por ello, para Van Der Hooft “este decreto lo que va a poner en marcha es que todo esto cambie”.
