Hace meses se escucha hablar del “reglamento del taxi”, un instrumento que permitirá que se haga efectiva la Ley 1/024 que regule el sector. Pero este reglamento, en realidad, no será solo del taxi, sino que regulará, al mismo tiempo las VTCs.
En el Portal de Transparencia del Govern Balear pueden verse dos proyectos de decreto distintos en estado de tramitación. Uno para aprobar el reglamento de taxi, y otro para aprobar el reglamento de la actividad de alquiler de vehículos con conductor (VTC).
Sin embargo, según el borrador del reglamento al que ha tenido acceso La Voz de Ibiza, el texto en el que el Ejecutivo Autonómico trabaja, y que ha conversado con federaciones del taxi de Mallorca, es uno solo. Esto constituye algo inédito en Baleares y es algo no previsto.
De hecho, cuando en febrero se prorrogó la moratoria que impide solicitar nuevas licencias, el Govern volvió a señalar de que habría “dos reglamentos”.
Ante la consulta de La Voz de Ibiza sobre si el Govern avanzará con un único reglamento, desde la Conselleria de Movilidad se han limitado a decir que “se está trabajando en el desarrollo reglamentario para los dos sectores”.
No obstante, el borrador en cuestión incluye a ambos sectores bajos la siguiente estructura:
- Una sección de disposiciones comunes (en la que destaca el cálculo de nuevas licencias para taxis y VTCs).
- Una sección sobre el taxi (con 38 artículos)
- Una sección que reglamenta los servicios de VTC (con 18 artículos)
Posibles problemas
Taxis y VTCs son abordados en la Ley 1/2024, la cual modifica la Ley 1/2014, que regula los transportes terrestres.
En esa línea, el Real decreto ley 13/2018, plantea la posibilidad de que las comunidades autónomas hagan modificaciones normativas según la evolución de los sectores. E insta a que dichas modificaciones contribuyan a que “progresivamente, las regulaciones aplicables al taxi y el arrendamiento con conductor vayan aproximándose en la medida en que ello contribuya a un tratamiento armónico de las dos modalidades de transporte de viajeros en vehículos de turismo”.
Todo ello haría pensar que no carece de lógica un único reglamento.
El problema radica en que las tensiones entre ambos sectores son permanentes, con lo que puede presumirse como difícil que el reglamento deje contento tanto a taxis como a VTCs. Especialmente en lo que concierte al cálculo de nuevas autorizaciones, ya que lo que beneficie a un sector podría percibirse como un perjuicio por parte del otro.
Si desde alguno de estos bandos presentara algún recurso judicial para impugnar el reglamento, afectaría directamente a la otra parte.