La negociación del convenio colectivo de hostelería en Baleares ha quedado oficialmente rota este jueves tras una jornada maratoniana de reuniones sin acuerdo entre los sindicatos y la patronal. El sindicato UGT, mayoritario en el sector, ha anunciado la convocatoria de cinco días de huelga en julio si no se desbloquea la situación, lo que amenaza con tensar aún más la temporada turística.
Durante la sexta reunión de la Comisión Negociadora, las partes mantuvieron posiciones distantes desde primera hora, especialmente en el ámbito salarial.
La UGT llegó a plantear una subida de sueldos del 17% en tres años, que rebajó al 16% a cambio de compensaciones adicionales. La patronal, por su parte, ofrecía un incremento del 11% pero con la opción de ampliar los meses de actividad garantizados para los fijos discontinuos, una mejora que no convenció a los representantes sindicales.
Amenaza de movilizaciones
El sindicato decidió abandonar la mesa de negociación al constatar que las posiciones seguían siendo irreconciliables. En consecuencia, planteará cinco jornadas de huelga durante el mes de julio, coincidiendo con el pico de ocupación en hoteles y restaurantes. La intención de UGT es sumar a CCOO en esta convocatoria para aumentar la presión sobre los empresarios del sector.
Desde UGT insisten en que la subida salarial es imprescindible para ajustar los sueldos a la realidad de Baleares, donde la inflación y el coste de vida dificultan la estabilidad de los trabajadores de la hostelería. La patronal, en cambio, advierte de que un aumento excesivo pondría en peligro la viabilidad económica de muchos negocios, especialmente los más pequeños.
Las fechas concretas de la huelga podrían conocerse en los próximos días, mientras ambas partes se emplazan a un posible reencuentro si hay margen para un nuevo intento de consenso.
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