Las recientes y abundantes precipitaciones que han caído sobre Ibiza han ofrecido un alivio temporal y crucial a los agricultores de la isla, permitiendo importantes ahorros en el riego de sus cultivos. Sin embargo, a pesar de los beneficios inmediatos, la isla sigue en alerta por sequía, con las reservas hídricas aún en niveles preocupantes.
En poco más de una semana, se han registrado más de 450 litros por metro cuadrado de lluvia caída. Este volumen ha tenido un impacto directo en el campo: los payeses de la isla han podido ahorrar 300 toneladas de agua por hectárea semanal en el riego de cultivos, como el de la patata. De hecho, los agricultores explican que hace 20 días que no necesitan regar sus campos, según expresaron a IB3.
Beneficio insuficiente y consumo creciente
Aun cuando esta agua ha sido «muy bienvenida,» Agroeivissa advierte que la cantidad de lluvia caída es insuficiente. La precipitación es beneficiosa para comenzar a inyectar agua en los acuíferos menos profundos, pero el proceso de recuperación de los más hondos será más lento, requiriendo más tiempo.
Los agricultores señalan que, para poder hablar de tener uno o dos veranos «con cierta normalidad,» la isla necesitaría alcanzar una pluviometría anual de más de 500 litros por metro cuadrado. Además de esta cifra, es crucial detener el consumo de agua para asegurar buenos resultados en el campo.
El principal obstáculo, según los payeses, es que el consumo de agua «sigue aumentando». Debido a este incremento constante en la demanda, tiene que llover «mucho más de lo que está lloviendo» actualmente, porque la cantidad registrada hasta ahora resulta insuficiente para compensar el gasto.
A pesar de todos los episodios de lluvia, Ibiza continúa en alerta por sequía, manteniendo las reservas de agua en un 26%.
