Fernando Corominas, presidente de la Junta de Compensación y copropietario de CIVASA promotora de Vista Alegre, ha adelantado a La Voz de Ibiza que no tiene proyectado demoler ni la piscina construida sobre un vial público ni el gimnasio soterrado con vistas al mar, a pesar del informe del Ayuntamiento de Sant Josep que así lo determina en el primer caso y de una licencia para derribarlo en el segundo.
El empresario confía que, con la aprobación de un nuevo plan especial, que desbloquearía también las licencias de construcción, se resolverán estas irregularidades.
“El parcelario estaba mal, la calle estaba mal ejecutada, como hay otras. Y el documento, que están redactando ahora los redactores del plan está corrigiendo todas las irregularidades. Hay que solucionarlo», se defendió Corominas ante La Voz de Ibiza.
Por eso, sostiene y repite que la piscina de la lujosa Villa sa Calma de su propiedad “no está encima de un vial. Es que estuvo mal dibujado en el parcelario”. Sin embargo, reconoce que fue construida sin licencia y que la infracción “está prescripto ya. La piscina lleva 15 años hecha. Es totalmente legalizable”.

“No se van a demoler”
Ni la piscina ni el gimnasio, según Corominas, se van a demoler. Su afirmación se asienta en la esperanza de aprobar un nuevo plan parcial que normalice todas las irregularidades actuales. “Hay ocho casas construidas sobre viales”, reconoce.
Con este nuevo plan, por caso, se le va a dar otro acceso a la parcela donde comenzó a construirse una megamansión con los petrodólares de un empresario de Texas. Justamente, el camino invadido por la piscina y el gimnasio era el acceso original, el único legal en estos momentos.
“Hay un plan parcial aprobado inicialmente del Ayuntamiento donde se da acceso a la parcela por otro sitio. Cuando queramos terminar la casa, ya estará aprobado el nuevo, porque terminar la casa llevará, por lo menos, cuatro años mínimo. Estará todo aprobado y no habrá que demoler nada”, sostuvo.
Esto a pesar que la licencia de construcción a favor de CIVASA para esta finca con tres anexos y dos piscinas, por la que un empresario de Texas adquirió un derecho de superficie, determinaba como condición la demolición de la piscina “previo a llevar a cabo la ejecución de las obras de dotación de infraestructuras”.

“El informe pone que se tendrá que demoler previamente antes de iniciar las obras de infraestructura, cosa que ni se han iniciado ni se van a iniciar, ya que no va ser necesario puesto que en la modificación del plan parcial se prevé el acceso por la otra calle”, dijo a este medio.
Para Corominas, “ahora mismo no hay obligación por parte de nadie de demoler nada”. Aunque abre un interrogante “en el caso de que se terminara la obra y se hiciera final de obra y no estuviera aprobada la modificación del plan parcial”.
“Si no se aprobara nada, se terminara la casa y se quisiera dar acceso a la parcela por ahí, para hacer cumplir con esa licencia, sí tendríamos que demolerlo. Pero no ahora, cuando esté la casa terminada y cuando vayas a hacer las infraestructuras”, sostiene.
Además, dijo que el vial proyectado en un primer momento –que pasa por donde se construyó la piscina y el gimnasio- “es inviable. Eso es otro de los fallos que tiene el plan parcial antiguo. No puedes hacer una calle por un acantilado pegado al mar”. Es la zona que sufrió el deslizamiento que se llevó por delante un complejo de apartamentos y el citado vial.
“Es que la realidad física es otra. Es inviable hacer un vial por ahí”, reitera.
¿Y la licencia de demolición del gimnasio?
Esta lógica planteada por Corominas contradice en parte la licencia que gestionó la propia CIVASA para la demolición del gimnasio en cuestión en abril del 2023.
Según Corominas, esto se hizo por precaución en caso de no conseguir la aprobación del nuevo plan parcial y que se finalicen las obras del texano.

“Esa licencia CIVASA la solicitó, pero son los que tienen una opción de compra y los titulares del derecho de superficie, los que han estado gestionando el proyecto y los que han tenido reuniones con el Ayuntamiento y los que han gestionado la licencia. Ni está encargado por nosotros. Ni lo hemos encargado nosotros, ni lo hemos pagado nosotros, ni nada”, se desmarcó. Todo a pesar de que el titular de ambas licencias es la promotora de Vista Alegre.
Más superficie para Villa sa Calma
Corominas reconoce que estas dos construcciones irregulares implicaron que Villa sa Calma extendiera la superficie de su parcela.
“Eso se llegó a un acuerdo hace años y se sustituyeron los metros de vial por otros metros en una zona de servicios. Entonces, los metros que se quitaban y se dejaban entre ellos en la calle quedaban en otra parcela para ampliar los servicios. Además, ahora lo tiene que hacer, porque es donde va ahora la ampliación de la depuradora”, explicó Corominas a La Voz de Ibiza.
La culpa, del Ayuntamiento
Corominas ha remarcado que el informe del técnico del Ayuntamiento que establecía la demolición de la piscina “está mal hecho”.
“Cada uno ha interpretado a lo largo de los años lo que daba la gana. Ha llegado un arquitecto y ha dicho una cosa. Ha llegado un aparejador y ha dicho otra. Ha habido técnicos muy deficientes en los últimos años”, cuestionó el promotor.