El centro de estudios Funcas, ligado a la Confederación de Cajas CECA, ha señalado este martes que el turismo español ha superado la pandemia pero se enfrenta a indicios de cambio en los patrones de comportamiento, fundamentalmente por las imposiciones de la transición energética.
En una nota, con motivo del Día Mundial del Turismo, que se celebra mañana, Funcas explica, recogiendo datos de la alianza Exceltur, que la aportación del turismo al PIB nacional volvió a situarse por encima del 12 % en 2022 (en niveles semejantes a los de 2019), tras haber caído al 5,8 % en 2020 por las restricciones derivadas de la pandemia.
Recuerda, también con datos de Exceltur, que en 2023 el PIB turístico crecerá, en términos nominales, el 9,4 % respecto a 2019 (hasta superar los 172.000 millones de euros), aunque en términos reales cerrará el año casi dos puntos porcentuales por debajo del de ese año.
Menor gasto por persona
No obstante, los ajustes en el gasto turístico por persona, con estancias más cortas, la desaceleración económica y la expectativa de nuevas normas medioambientales introducen incertidumbre en el sector, añade.
Destaca que disminuye la llegada de británicos, alemanes y nórdicos, los que, de media, gastan más, y las estancias de dos semanas bajan en favor de las de 4 a 7 días. Además, estos mercados presentan menor estacionalidad, lo que resulta particularmente favorable para las empresas porque distribuye la demanda de sus servicios a lo largo de todo el año.
Respuesta rápida y eficaz
El sector turístico español, «al que se le ha achacado en ocasiones insuficiente innovación, elevada estacionalidad, una producción de escaso valor añadido y una ocupación poco productiva y carente de buenas condiciones laborales«, ha demostrado su capacidad de responder «rápida y eficazmente» a la peor crisis de su historia.
Desde 2022, dice Funcas, el turismo se ha vuelto a convertir en motor fundamental del crecimiento económico: la media de turistas extranjeros llegados entre enero y julio de 2021 supuso un 20 % de la correspondiente a 2019, mientras que en 2022 ya se situó en el 82 % de esa referencia y en 2023 alcanzó el 99 %.
Sin embargo, este balance positivo se produce a la vez que «hay indicios» de ajustes de gasto turístico por persona y de cambios en el patrón temporal de consumo que, unidos a las poco favorables perspectivas macroeconómicas en Europa –y, en particular, en Alemania y Reino Unido–, introducen incertidumbre en el sector.
Además el sector tendrá que adaptar su oferta de servicios a previsibles cambios normativos, «seguramente con un elevado coste», como consecuencia de las políticas enmarcadas en el Pacto Verde y la transición ecológica que impulsan la Comisión Europea y el gobierno español.
Turismo doméstico
En cuanto al turismo doméstico, afirma que aunque el número de viajes nacionales durante el verano se ha recuperado, no ocurre lo mismo con los desplazamientos fuera de la época estival, que siguen por debajo de los registrados en 2019 y años anteriores, lo que agudiza la estacionalidad del sector.
