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CRISIS EN FORMENTERA

Alcaraz y Sa Unió, en manos de la oposición: Córdoba no dimite y fracasa la ‘operación filtración’

El presidente no adscrito aplica su propia versión del 'Manual de Resistencia' de Pedro Sánchez y da muestras de querer gobernar con los siete consellers de Sa Unió hasta final de la legislatura
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Llorenç Córdoba, Eva Nieto, Verónica Roselló, Hugo Martínez y Cristina Costa, en el acto de homenaje a mujeres nacidas en 1938 y 1939 el domingo por la mañana.

José Manuel Alcaraz y Sa Unió estén en manos de la oposición para salir de la crisis en la que se encuentra el Consell de Formentera desde finales de noviembre. La operación filtración no ha hecho mella en el presidente no adscrito Llorenç Córdoba quien está aplicando su propia versión del famoso Manual de Resistencia de Pedro Sánchez.

El presidente no se ha planteado en ningún momento dimitir. Tampoco después de la difusión de parte de las conversaciones con Alcaraz el 4 de noviembre y con los conselleres de Sa Unió el 1 de diciembre en la famosa reunión de nueve horas.

Amortizado

Considera que la petición de un sobresueldo y su precaria situación económica son asuntos amortizados porque el contenido de las conversaciones ya había sido ampliamente difundido por Alcaraz y que la filtración solo ha servido para hacer ver que no ha habido ningún chantaje ni ninguna extorsión ni al PP ni al Govern.

Es más, la difusión parcial de las grabaciones ha dado alas a Córdoba, ya que le han permitido recurrir a un nuevo argumento: las conversación con el presidente del PP de Formentera fue una trampa por parte de Alcaraz quien dirigió la conversación hacia donde quería a sabiendas de que la estaba grabando con el objetivo de tener pruebas con las que presionarle para que abandonara la presidencia y se centrara en su labor como diputado, «la salida digna» que le ofreció Sa Unió en su momento y que en realidad no es una oferta porque el acta de diputado la tiene garantizada al ser personal.

Córdoba ha vuelto a recurrir a la figura de los «amigos de Alcaraz» y a los «intereses económicos» para desacreditar la operación contra él.

‘Manual de Resistencia’

El presidente no adscrito está demostrado una fortaleza a prueba de bombas. A su manera, está aplicando su propia versión del Manual de Resistencia de Pedro Sánchez. No solo no piensa dimitir, sino que de sus movimientos y palabras se infiere que piensa gobernar hasta mayo de 2027 con los siete consellers de Sa Unió y con Alcaraz dentro del gobierno pero sin competencias de gestión reales. Dispone de una junta de gobierno válida y con quorum suficiente.

El concepto vara de mando adquiere una nueva dimensión en la crisis de Formentera, ya que si GxF y PSOE mantienen su negativa a la moción de censura, Córdoba decidirá el camino a seguir y tiene todo el poder.

Por mucho que los consellers de Sa Unió amenacen con una dimisión en bloque y anuncien nuevas medidas, su capacidad de maniobra es limitada, ya que Córdoba tiene la última palabra y no aceptaría la dimisión de los consellers o al menos de todos para evitar quedarse sin quorum en la Junta de Gobierno.

Un ‘gobierno de brazos caídos’

Sí podrían los consellers de Sa Unió no asistir a las Juntas de Gobierno o asistir y no votar los puntos propuestos por Córdoba. Y desatender sus obligaciones. Mantener la figura de conseller, pero actuar como si no lo fueran, en una especie de gobierno de brazos caídos a fin de hacerle ver al presidente no adscrito que la situación es ingobernable y que ha de presentar su dimisión. Obviamente, es una operación de riesgo de desprestigio por la irresponsabilidad que dibujaría.

Elecciones anticipadas

El legislador ha querido que la convocatoria de elecciones anticipadas en una administración local sea una opción excepcional. Tanto es así que no hay ningún precedente en España. Ni cuando el Gobierno intervino el Ayuntamiento de Marbella en plena operación Malaya en una suerte de 155 municipal hubo elecciones anticipadas. El Ministerio de Administraciones Públicas nombró una gestora para atender el día a día marbellí hasta que llegaron las elecciones.

El papel del Govern y el Gobierno

Para que en Formentera pasara algo similar, han de intervenir el Govern, el Gobierno y el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta. Mientras no haya evidencias muy claras de que la institución es ingobernable, esta opción es muy remota, por muy atractiva que sea, especialmente para la oposición, dado que supondría volver al poder en tanto que nadie en su sano juicio puede esperar que Sa Unió o PP y Compromís eviten un severo castigo electoral.

La realidad es que el Govern está contemporizando y evitando el enfrentamiento con Córdoba porque puede necesitar su voto en el Parlament y porque entiende que la opción menos mala es gobernar juntos tal como parecía que iba a suceder después de la aprobación de los presupuestos tanto del Consell como del Govern. Una crisis pasajera de la que nadie habla al cabo de unos meses, como la de Vox en el Parlament balear.

Desencuentros

Pero no fue así. Llegó la expulsión de Córdoba de Sa Unió, el desprecio de evitar sentarse junto a él en el Pleno, las críticas a su gestión de los kioscos y a un complemento a un asesor y la negativa de Alcaraz a firmar un viaje a la ITB que acabaría horas después con su expulsión del gobierno.

Así las cosas, el futuro de Alcaraz y Sa Unió dependen de que PSOE y GxF, formación con la que se reúnen hoy, cambien de opinión y decidan apoyar una moción de censura para aupar a un candidato de Sa Unió que encabezaría un gobierno en minoría.

Tampoco parecen que estén haciendo mella en ambas formaciones ni las llamadas a la responsabilidad de Alcaraz de las últimas semanas ni las filtraciones. «Entendemos que quieren lo mejor para Formentera, al menos tanto como nosotros», ha venido repitiendo el líder de Sa Unió.

El ‘apoyo’ de la oposición

Hasta la fecha, GxF y PSOE han apoyado a Córdoba con su silencio. Han evitado pedir su dimisión y el ataque frontal al presidente, poniendo en foco en Sa Unió. De alguna manera, le han sostenido en el poder y le han permitido utilizar este argumento para resistir.

PSOE pide desde el domingo que se aclaren los intereses de los amigos de Alcaraz a los que se refirió Córdoba el domingo y recuerda que la moción de censura es un instrumento pensado para que la oposición articule una nueva mayoría, no para que un grupo político decapite a su presidente electo.

Gent per Formentera, por su parte, insiste en el fraude electoral que habría perpetrado Sa Unió al colocar a Córdoba como cabeza de lista cuando el plan era que se hiciera con la presidencia José Manuel Alcaraz.

En su momento, ambas formaciones se negaron a escuchar los audios y, después de escuchar los fragmentos difundidos por Periódico de Ibiza no se vislumbran cambios, salvo que Sa Unió logre persuadirles de lo contrario.

Lamentablemente, la historia continuará, ya que la crisis de Formentera no tiene fin. Al menos, a corto plazo.

 

 

 

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