Suministros Ibiza cumple 60 años. La empresa, con una plantilla de 70 empleados en la actualidad, líder en el sector de la distribución de materiales de construcción, ha sabido leer y utilizar a su favor cada uno de los cambios y características del mercado. En ese marco, Pedro Cardona Monjo (Ibiza, 1979), su gerente, en esta entrevista con La Voz de Ibiza, hace un repaso de la historia de la marca (el primer gran acierto empresarial de los hermanos Matutes) y de cómo ha sabido evolucionar para mantenerse a la cabeza.
–¿Qué le han transmitido Abel y Antonio Matutes Juan de aquella primera época de Suministros Ibiza?
–El inicio de Suministros Ibiza fue en el otoño del 64. Fueron Abel y Antonio; junto con Andrés Tuells, su primo; más Alberto González y José Antonio Ugarte, quienes la abrieron para cubrir las necesidades del crecimiento de la isla. Ibiza ya empezaba con el desarrollo del sector hotelero y turístico, y vieron que adolecía de una empresa que proveyera de materiales de construcción.
–¿Este es el origen del Grupo de Empresas Matutes?
–Realmente. Fue la primera empresa que creó Abel y después se dedicó al sector hotelero. Primero, se aseguró el suministro de materiales de construcción, en esa estructura vertical que le ha caracterizado.
–¿En qué momento se incorpora Juan Lladó al accionariado y gerencia de la empresa?
–Fue en 1978. Al poco de empezar, Abel, Antonio y Andrés Tuells quedaron como los tres únicos socios. Después, Lladó compró las acciones de Tuells y asume además la gerencia, hasta el año 2022.
Él tenía una empresa que se llamaba Materiales San Antonio, había venido de Mallorca, y eran conocidos. Producto de encontrarse en el mercado decidieron unirse. Abel le ofreció asociarse y que Lladó se ocupara de la gerencia. Abel comenzaba con los hoteles y su faceta política, y necesitaba alguien que llevara el día a día de Suministros Ibiza. La unión hace la fuerza.
–¿Ambos estaban en Bartolomé Roselló?
–Así es. Por eso, Juan Lladó siempre cuenta que él vivía de alargar el horario, porque él era el pequeño y aprovechaba cuando el grande cerraba. “Los otros teníamos que estar abiertos y vender”, dice. Esa ha sido la base de la filosofía que hemos tenido siempre: procurar hacer más horas que los demás.
–¿Y usted, cuándo se incorporó a la empresa?
–En 2014. Venía de un sector totalmente diferente, de la administración pública. Tuve 10 años siendo funcionario, soy funcionario de carrera.
La evolución de Suministros Ibiza
–¿Esencialmente hacen lo mismo que hace 60 años, pero con otro tipo de materiales?
–La distribución de material de construcción pura y dura es la misma. Lo que es el concepto de Suministros Ibiza ha cambiado, sobre la base de ampliar unidades de negocio y de potenciar la vertiente industrial. Antes teníamos mucho menos espacio y se han ido comprando terrenos. Hace 30 años se montó la unidad de mortero, la planta de hormigón, siempre hemos tenido hierro, pero pasamos también a la elaboración de hierro. Nos hemos ido adaptando al crecimiento de Ibiza y a las necesidades de Ibiza. En materiales de construcción como ladrillos, lo que vemos nosotros como básico, sigue siendo lo mismo. Por ejemplo: primero se incorporó la cerámica y después la parte de baño e instalaciones de baños.
–Entonces, hay dos Suministros Ibiza: la comercial y la industrial…
–Así es. Hay una vertiente industrial muy importante. Fue una gran aportación de Juan Lladó. Él tiene una visión muy industrial, que es lo que le gustaba. Es lo que él disfrutaba, pasaba mucho tiempo yendo a la fábrica y estaba muchas horas. La distribución, la venta de los materiales, sí ha ido cambiando y adaptándose a las necesidades. Ir creando la planta de hormigón, de hierro, etcétera. Ya no sólo vender el hierro a granel sino también el producto elaborado. Así que tenemos una parte industrial que nos gusta mucho y estamos muy cómodos con ella.
–¿Qué peso tiene cada una de esas partes en la facturación?
–Quizás podemos decir mitad y mitad.
–¿Es más rentable la parte industrial?
–No, porque son negocios maduros y el margen es pequeño porque hay competencia. No es como hace 25 años cuando creabas una unidad de negocio y podías estar solo en el mercado. La gran diferencia es que nosotros aunamos las dos vertientes, la vertiente comercial y la industrial. Pero en cada una de estas vertientes tenemos que competir contra especialistas. Entonces los márgenes no dan para tanto.
–La realidad es que Suministros Ibiza ofrece un servicio integral, es decir, un cliente se puede ir de aquí con la villa o la promoción hecha…
–Efectivamente. Menos vidrio, carpintería de madera, carpintería de aluminio, cocinas y electricidad. Todo lo demás. Tenemos un abanico de productos muy amplio.
Suministros Ibiza y Empresas Matutes
–¿Qué peso ha tenido para Suministros Ibiza el acompañamiento al desarrollo de Empresas Matutes y la internacionalización del Grupo Palladium?
–La verdad es que ha sido importante poder acompañar a Empresas Matutes en su internacionalización, ya que vas de la mano de un experto y eso siempre te facilita la labor. Hemos tenido que aprender la parte logística, la parte de exportación. No es fácil, no todas las empresas están capacitadas. Y en esto hemos conjugado mucho las necesidades que nos transmitía Palladium con el conocimiento que teníamos del sector. Cuando Empresas Matutes fue a República Dominicana y luego a México, nosotros les acompañamos. Ellos son expertos hoteleros, pero no son tan expertos en materiales y en productos. Y cada uno aportaba ese granito de arena para el éxito de los hoteles.
Seguramente podrían haber encontrado otro proveedor, pero aquí tenían la posibilidad de tener un proveedor de confianza al que poderle preguntar con toda la tranquilidad qué me recomiendas, qué harías tú, qué producto pondrías aquí… Llevamos muchos años como socios y nunca hubo ningún problema, al revés. Sus aportes y opiniones son muy enriquecedoras. Y las preguntas que te hacen, como cliente.
–¿Han aprovechado esa inercia con otros clientes?
–Principalmente trabajamos con Palladium en el Caribe. Cada grupo hotelero suele ir con su proveedor de confianza. Es muy difícil para una cadena grande mallorquina comprar a un ibicenco, pero sí que nos hemos encontrado con ventas que hacemos allí en el Caribe a clientes fuera de Palladium o fuera de Ibiza. Por ejemplo, Four Seasons en Mallorca es cliente nuestro. Venimos de proveerles muchísimo material y esto es por el conocimiento que nos da el sector hotelero, estar tan cerca en Ibiza de los hoteleros, hay mucho conocimiento que luego se puede transmitir fuera. Ibiza es una potencia en este aspecto.

–¿Tienen fuerza comercial fuera de Ibiza o les vienen a comprar?
–Gracias al dinamismo de Ibiza, muchas constructoras y profesionales acaban conociéndote. Si haces un buen papel y le solucionas los problemas, tienes posibilidades de que te vuelvan a llamar. Suministros de Ibiza cumple con los precios, los plazos y el estándar de calidad. Cuando van a otro sitio, piden precio también a Suministros Ibiza a ver qué decimos. Solemos ser muy competitivos y tenemos mucha experiencia en la parte logística y nos da igual vender en Ibiza que en Mallorca, Madrid o Sevilla. O en el Caribe, es una parte que tenemos muy interiorizada.
–¿Eso tiene un peso relevante en su cuenta de explotación?
–Sí, suele ser relevante. Evidentemente, Ibiza es nuestro mercado principal y estas ventas suelen concentrarse en un momento determinado. No son recurrentes, no es que decimos que cada año estamos vendiendo el 25% en el exterior. Pero un año te tocará uno, estarás dos que no venderás nada afuera y el tercero vuelve a caer. Son facturaciones importantes y ahí está la dificultad. No todas las empresas están capacitadas para ello. Son inversiones relevantes. En la parte logística tienes que estar habituado. En la burocracia tienes que estar habituado. No vivimos de ello, pero cuando se nos da la oportunidad, procuramos aprovecharla.
–¿Deben de ser grandes lotes, por ejemplo, todo el baño, categorías enteras de producto o se negocia producto a producto?
–Hoy en día, cada vez más, los diseñadores y decoradores no van a una marca solamente sino que hacen un trabajo muy exhaustivo. El grifo de esta marca, la cerámica de este producto… Te dicen: “¿Me puedes cotizar esto?” Si puedes, se lo cotizas y sino ofreces una alternativa que encaja perfectamente. Intentas acompañar a la hotelera o a sus arquitectos, sus decoradores, intentas acompañar en el producto que quieren ellos y a partir de aquí tú les cotizas. Cuando tienes la confianza del cliente le puedes transmitir este conocimiento que también es muy importante para ellos. Luego la decisión es suya, son expertos. Pero a veces, por ejemplo en la parte logística, que quizás no están tan acostumbrados, puedes dar tu opinión.
–¿Todo la construcción de hoteles del Caribe se equipa con materiales de Europa?
–Hay una parte muy importante de Europa y otra que es producto local, evidentemente. Hay cosas que viajan muy mal y otras que cada vez están más desarrolladas en la zona. Pero lo europeo sigue siendo muy importante por el diseño y la calidad. España es una potencia mundial en cerámica. Solemos ser muy competitivos. Pero pongamos otro ejemplo: en la piedra natural, quizás no es tan potencia España, pero si tienen que buscarla en, digamos, Turquía o Egipto, nosotros se los facilitamos mucho, aquí les damos una variedad de productos que les costaría más conseguir. Si intentan ir directo es más riesgo. Nosotros, antes de ofrecer algo, hacemos viajes, comparamos, vamos a ferias. Tenemos el know-how de una empresa que lleva 60 años y eso tiene su valor. No es lo mismo que ir un día a una cantera y comprar.
–¿Es un mercado cada vez más especializado y exigente?
–Sin duda. Nosotros tenemos gente que lleva más de 30 años trabajando aquí. Es un activo muy importante tener personal motivo y especializado. El cliente demanda un conocimiento muy alto, lo que requiere que tengamos expertos, gente del hormigón, gente del mortero, gente del hierro, gente de la piedra y gente de comerciales, de cerámica, de baño, etcétera. Los ascensos suelen con gente de la casa.
El sector de la construcción en Ibiza
–¿Cuál es la evaluación que hacen del sector de la construcción desde la atalaya privilegiada que supone tocar tantos puntos y proyectos?
–Ibiza ha cambiado mucho en los últimos años. Antes era un trato más directo y ahora se ha sofisticado un poco, gracias a que de un tiempo a esta parte han entrado inversores profesionales, fondos de inversión que sofistican el proceso un poco más. Ahora hay project manager, decoradores, diseñadores, en un mercado que es más maduro.
–¿Qué significa exactamente hablar de “un mercado más maduro”?
–Antes en Ibiza estaba todo por hacer. Ahora, solares y nuevos hoteles se hacen muy pocos, hay mucha rehabilitación, pero no hay nuevos desarrollos por ejemplo. El nivel de la construcción de los hoteles y las villas ha subido muchísimo. Hoy en día un hotel como Six Senses o 7Pines, reclaman un producto de altísima calidad.
–¿Ven con preocupación que el desarrollo esté congelado?
–Como empresa nos adaptamos a la realidad del mercado. Ahora no hay planes parciales en marcha, no hay hoteles nuevos y los promotores están un poco desincentivados. Otra cosa es el problema social con la vivienda que sufre Ibiza.
–Veo que hay una suerte de contradicción en este punto. Tenemos centenares sino miles de personas en infraviviendas pero no hay una política para construir más vivienda.
–No podemos seguir creciendo indefinidamente. Tenemos que adaptar las infraestructuras a las necesidades actuales y futuras. No podemos estar 15 años para adaptar una infraestructura que ha quedado obsoleta hace 10 años. ¿Cuántos años ha tardado la depuradora de Vila? O mejoramos las infraestructuras, o no cabemos. Necesitamos las viviendas necesarias, a un precio razonable, para que la gente pueda vivir y pueda desarrollarse aquí. Ya no estamos hablando sólo médicos, policías, profesores. Estamos hablando de un camarero, estamos hablando de un trabajador que podemos tener nosotros, como un comercial que trabaja aquí, o una persona que trabaja en el sector del hierro. O le damos una solución a esta gente, o esta gente está abocada a infraviviendas. Y esto tiene un recorrido muy corto, porque la gente dirá: “Oye, yo no quiero vivir en una infravivienda. Me voy a Valencia”, por decir el sitio más cercano de la península. La gente con opciones se irá o no vendrá. Hoy en día Ibiza no es un sitio atractivo. Por mucho que tengamos una isla maravillosa, la gente tiene que poder vivir dignamente.

–¿Cómo será Suministros Ibiza dentro de 10 años?
–Diferente porque las necesidades de Ibiza han cambiado mucho. Antes estaba todo por hacer. Estamos permanente analizando inversiones. A pesar de que estamos muy cómodos en Ibiza, estamos analizando inversiones fuera y tener una actividad más patrimonial, no tan de distribución de material de construcción. Tenemos una pequeña promotora que también analiza permanentemente oportunidades.
–Volviendo a los hoteles, ¿siguen viendo dinamismo de reformas y de ampliaciones de categoría?
–Sí, la verdad que sí. Hay proyectos muy exigentes en marcha, sobre todo en zonas determinadas que se habían quedado un poco retrasadas en cuanto a la mejora y modernización de la planta hotelera. Por ejemplo, Sant Antoni, la bahía de Portinatx… Por otro lado, el hotel antes tenía una vida de unos 15 años. Ahora, se están renovando los hoteles cada 6-7 años. El producto de alta calidad tiene que estar constantemente renovándose. Ahora no se concibe que haya un hotel lleve 20 años sin renovarse porque poco futuro tiene.
–¿Han notado el efecto de la limitación a 300 metros cuadrados que contempla el PTI?
–Hasta ahora la demanda de esas grandes villas se ha dirigido a la reforma de casas existentes. El comprador que no encuentra en una obra nueva lo que busca, acude a obra existente y la reforma. Hay mucho dinamismo.
Tenemos claro que acabará afectando y llegará un momento en que la gente que aspire a una casa de 500 metros cuadrados, si no la encuentra en Ibiza, la buscará en otros destinos. Es inevitable.
–¿Prevén un apunte de la actividad con la amnistía urbanística del Govern?
–Una vez hayan sido legalizadas, lo normal es que puedan ser reformadas. Es lo natural.
–Suministros Ibiza también ha tenido y tiene un papel activo invirtiendo en otros sectores, como el naviero, donde han sido socios de Transmediterránea y de Balearia, e incluso en el del ocio, como propietarios de la discoteca [UNVRS]…
–En estos casos tenemos un rol patrimonial. Balearia es un proyecto liderado por Adolfo Utor y Juan Lladó y Abel Matutes tenían una participación y eran miembros del consejo. Pero el día a día lo llevaban los socios. Nosotros éramos más socios financieros que industriales.
–¿Las inversiones en las navieras eran estratégicas habida cuenta de la importancia de la logística para su empresa?
–Totalmente. Empresas Matutes ya tenía navieras. Primero se fusionaron. Luego entraron en Balearia. La logística para las islas es fundamental y tener empresas potentes en este mercado era importantísimo para Ibiza y tanto para Empresas Matutes como para Suministros Ibiza.
–Y el rol discotequero…
–Eso es diferente. La compra del Privilege surgió por accidente. La crisis del 93 la propiedad entró en concurso y tenía deudas importantes con Suministros Ibiza. Y Suministros Ibiza compró un 45% de la sociedad propietaria, era un socio minoritario. Después surgió la posibilidad de comprar las acciones de otro socio y quedarse con el 100%. Y hemos alquilado el activo a gente que sabe hacerlo muy bien y son expertos (Ushuaïa Entertainment S.L), participada a partes iguales por Empresas Matutes y The Night League de Yann Pissenem. Tenemos un rol muy pasivo en este caso.
–Intentarán venderle todo el material para la obra al menos…
–¡Eso siempre! La obra la está ejecutando el inquilino.