El edificio del restaurante Caminito es propiedad de la familia de la secretaria general de Gent per Formentera (GxF), Sonia Cardona. Se trata del inmueble en el que el ex presidente del PP de Formentera, Juan Manuel Costa Escanellas Paya, y la familia Urgell, los fundadores de Pacha, quieren hacer un restaurante espectáculo, a imagen y semejanza del Lío de Ibiza, y que recibió en diciembre del año pasado una controvertida licencia de obras por parte de Sa Unió.
Y es que fue una licencia exprés concedida por Sa Unió a espaldas del presidente del Consell de Formentera y que se concedió incumpliendo la Ley de Urbanismo de Baleares, tal como ha venido publicando en exclusiva y en solitario La Voz de Ibiza.
Dicho permiso forma parte de la documentación que Llorenç Córdoba puso en conocimiento de la Fiscalía Anticorrupción y que ha propiciado la investigación de la UCO que Sa Unió atribuye, no obstante, a la supuesta querella que dicen haber interpuesto y que se niegan a enseñar.
Sonia Cardona no ha querido hacer valoración alguna sobre las noticias publicadas por La Voz de Ibiza al respecto.
Es Freus, SL
El inmueble sobre el que Nimbus Formentera SL tendría un contrato de alquiler es propiedad de la sociedad Es Freus, SL, según la documentación registral en poder de este medio. El administrador de la misma es Arturo Parrón Guasch, pareja de Cardona, y quien sustituyó en el cargo en 2011 a su padre, Vicente Cardona Colomar, y que aparece como apoderado.
Parrón Guasch es historiador y ha escribo el libro El Partido Comunista en Ibiza y Formentera (1932 y 1979), formación de la que ha sido coordinador en las Pitiusas en los últimos años.
Detrás de la misma sociedad aparece el Hotel Roca Plana, también propiedad de la familia de la dirigente de Gent per Formentera.
Licencia exprés
Los últimos trámites de dicha licencia se completaron a una velocidad inusualmente alta con el objetivo de poder incorporar la autorización por la vía de urgencia a una junta de gobierno a la que Sa Unió ya sabía que no podía asistir el presidente por estar en Palma durante el debate de los presupuestos.
Además, la licencia de legalización y rehabilitación del inmueble incumple la Ley de Urbanismo de Baleares en al menos dos aspectos. Uno, autoriza un proyecto básico que incumple la normativa en lo relativo a la altura de la segunda planta y que ha de ser corregido en el proyecto de ejecución, algo que está expresamente prohibido.
Y dos, en lo relativo a la actividad, ya que la solicitud de la licencia era para levantar un restaurante con espectáculo. A pesar de ello y en lugar de obligar al promotor a subsanar las deficiencias, las licencia fue concedida con todos los informes sectoriales favorables y con dichas prescripciones. Según expertos consultados por La Voz de Ibiza, se trata de una licencia nula.