El soplo de un anónimo para que fuera cazada una VTC ilegal que acabó por ser denunciada e inmovilizada en Santa Eulària por la Policía Local, desvelado por La Voz de Ibiza, ha resultado ser la punta del iceberg de un caso de piratismo profesional de una empresa de transportes aparentemente legal y de una guerra entre empresarios del sector de transporte con conductor (VTC) que se esconde detrás de las furgonetas negras con cristales tintados.
En el foco está la empresaria propietaria de la Mercedes Benz Clase V inmovilizada, Asunción Pereyra Martínez, conocida como Susi, ex gerente de la flota que prestaba servicio a Uber en el arranque de la operativa de la multinacional en Ibiza y cuya empresa se llama Ibiza Premium Transfers.
Pereyra Martínez ha negado las acusaciones y promete guerra. “Se equivocaron conmigo, ya verán”, ha dicho a La Voz de Ibiza.
Se trata de un nombre comercial, ya que carece de personalidad jurídica. Los vehículos están a nombre de la empresaria. Desde sus cuentas de Instagram y Facebook ofrece sus servicios de transportes con total impunidad, a pesar de que a día de hoy no cuenta con ninguna licencia de VTC a su nombre.
También carecen de licencia al menos otros dos vehículos con los que suele operar la empresa, y cuyas matrículas han sido aportadas a este medio por varios profesionales del sector de hasta cuatro diferentes empresas, y cuyas matrículas han sido consultadas por La Voz de Ibiza en el registro público del Ministerio de Transporte y Movilidad Sostenible.
Todo ello nos situaría ante una empresa de transporte con conductor pirata con la apariencia de legalidad, lejos de la imagen de un taxi pirata que ofrece sus servicios clandestinos con su vehículo en las colas de las paradas de taxis. En la línea del Porche Cayanne cuyo conductor dio positivo en cinco drogas en un reciente control en Pacha.
Críticas a Pereyra
Los testimonios y la documentación recabados por La Voz de Ibiza coinciden en los hechos que derivaron en la inmovilización de la citada furgoneta Mercedes Benz Clase V, que operaba con una matrícula azul doblada y sin licencia.
Según fuentes del sector conocedoras de la operativa de la empresaria, además de la matrícula trasera azul, preceptiva para taxis y VTC para evitar el intrusismo, el vehículo contaba con la preceptiva pegatina del Consell de Ibiza y de Aena.
Gracias a estos tres elementos, el vehículo aparentaba ser legal. Y así había sido hasta el pasado 7 de agosto, día en el que finalizó el alquiler de la licencia del que había venido disfrutando. El alquiler de licencias entre empresas del sector es una práctica habitual.
Pereyra contaría, al menos, con dos vehículos más que son operados como VTC piratas: un turismo BMW y una Mercedes Vito con placa blanca.
7 de agosto
Hace aproximadamente un mes y medio, Pereyra fue notificada por la empresa titular de la licencia, a través de un correo electrónico certificado, que se estaba procediendo a un cambio en la licencia del vehículo, por lo que la autorización de la furgoneta dejaría de estar operativa el citado 7 de agosto.
«Se le advirtió que no utilizara la furgoneta porque el trámite estaba en curso en la Conselleria de Transporte del Consell de Ibiza», afirman a este medio desde la empresa titular de la licencia.
Sin embargo, Pereyra ignoró la advertencia y ha continuado utilizando el vehículo para el transporte de pasajeros con conductor impunemente. «El 7 de agosto recibimos un mensaje que confirmaba que la furgoneta ya no tenía licencia. De inmediato, se le envió otro correo certificado», detallaron las fuentes.
Según otros testimonios, Pereyra continuó operando el vehículo a pesar de las advertencias y la falta de licencia. «Ella desoyó completamente las advertencias y siguió realizando servicios VTC hasta que finalmente pasó lo que pasó en el operativo de la Policía».
Otros dos vehículos pirata
Además de la furgoneta inmovilizada, los testimonios señalan que Pereyra utiliza al menos los otros dos vehículos citadas para realizar servicios privados sin la licencia requerida. La realidad es que los otros vehículos tampoco cuentan con autorización del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.
Si hacen servicios piratas o no es imposible de demostrar y solo lo pueden determinar las policías locales y los agentes de Transportes a través de controles como el que acabó inmovilizado la van en Santa Eulària.
Lo que se sabe a través de profesionales que ven a diario cómo estos vehículos transportan clientes en vehículos que carecen de autorización.
Las mismas fuentes del sector señalaron que la empresaria actúa con total impunidad debido a determinadas conexiones personales y familiares.
Las búsquedas no arrojan licencia para la VTC inmovilizada
Vídeos en el aeropuerto
Las fuentes del sector han proporcionado varios vídeos y fotografías que refuerzan sus acusaciones. Según indican, un vídeo grabado el 17 de agosto en el aeropuerto de Ibiza muestra claramente a la propia Pereyra realizando servicios de transporte pirata, a pesar de no contar con el título habilitante.
«Este vídeo, captado por uno de nuestros conductores, evidencia que la furgoneta seguía operando incluso después de que le notificamos que no tenía la licencia necesaria», señalaron.
«Además, AENA graba todas las matrículas de los vehículos que ingresan al aeropuerto, lo que permite confirmar la veracidad de esta situación», añadieron.
‘Susi’ se defiende
Asunción Pereyra Martínez ha negado a La Voz de Ibiza todas las acusaciones categóricamente. «Todo es mentira», afirma, y asegura desafiante que ha tomado medidas legales para aclarar la situación. «Tenemos todo metido en el juzgado, ahora comienza la guerra», ha indicado, mostrando su determinación a llevar el caso hasta las últimas consecuencias.
En relación con la intervención policial que acabó en la retención de su vehículo, Susi explica que la actuación fue injustificada y carente de base legal.
«Pararon esta matrícula, pero en realidad no nos han podido poner ninguna multa como taxi pirata. No había ningún control, pararon solo por perseguirnos…», ha relatado, expresando su frustración ante lo que considera una acción dirigida específicamente contra ella.
Respecto a la legalidad de su operación, fue categórica al afirmar que su licencia estaba en regla y que la policía no quiso revisarla, a pesar de la evidencia del registro del Ministerio de Transportes: «No es cierto que no tenga licencia, os lo puedo enseñar». Algo que no ha hecho, a pesar de la petición de este medio.
Acusa a la Policía Local de Santa Eulària de no querer ver la documentación. «No la quisieron ver, no la quisieron ver», repite.
En su descargo argumenta que la confusión surgió debido a un cambio de vehículo que no fue adecuadamente registrado: «Era un cambio de vehículo. Lo que no pueden hacer es ponerme una multa por taxi pirata cuando se está haciendo un cambio de vehículo», defiende.
Susi también aclara que, aunque en ese momento la licencia podría no haber aparecido en los sistemas de transporte debido al cambio de vehículo, era completamente válida y por eso pudo retirar el vehículo sin ser denunciada ni abonar multa alguna, extremo que no ha podido ser confirmado por La Voz de Ibiza.
El Ayuntamiento de Santa Eulària ha remitido el caso al Consell de Ibiza al tratarse de un trayecto interurbano y la institución insular no ha querido facilitar información al respecto.
«Tú metes una licencia de taxi estacional en la web y como está asociada a un coche asociado, no te sale que ese vehículo tenga licencia, pero la tiene», explica en un caso que nada tiene que ver con el suyo.
Insistió en que tiene la licencia en regla y que está dispuesta a mostrarla, aunque no lo hace: «La licencia la tengo. Está, figura».
Según han explicado las diversas fuentes del sector procedentes de hasta cuatro empresas diferentes, para poder operar legalmente una VTC es requisito salir en el registro del ministerio. «Si no sales en el registro, no puedes registrar la ruta, lo que es obligatorio. Que tengas la licencia de obras presentada en un ayuntamiento no te da derecho a empezar las obras. Esto es lo mismo. O la tienes o no la tienes», explica uno de los profesionales consultados.
Envidia y resentimiento
Pereyra señaló a una empresa competidora como la instigadora de las acusaciones en su contra, motivadas, según ella, por la envidia y el resentimiento. «El tema ha sido la envidia y la rabia de la otra empresa», comenta, refiriéndose a antiguos socios que, a su juicio, están detrás de esta situación.
En relación a los vídeos en la que está al volante de un BMW en el aeropuerto, ha señalado que es su «vehículo particular».
«Pregunten a Aena cuántas veces va al aeropuerto este vehículo» responden fuentes conocedoras de la operativa.
La guerra está servida.
